Los partidos de la oposición no se han sentido cómodos con algunas disposiciones de la Junta Central Electoral.
El más reciente enojo opositor se produjo con la sentencia del organismo rector que prohíbe las actividades proselitistas abiertas y masivas, como la publicidad en radio y televisión, hasta tanto se de inicio formal a la campaña.
La reacción ha sido tan relevante que los partidos pasaron del rechazo o cuestionamiento a la medida, al desconocimiento puro y simple de la prohibición. Mítines, caravanas, marchas y colocación de publicidad masiva ha sido la respuesta inmediata.
Entendemos que tanto el montaje del certamen previsto para febrero y mayo del próximo año por parte de la JCE, como el proceso de escogencia de candidaturas de los partidos, se han desarrollado en forma altamente satisfactoria.
La propia Junta Central Electoral ha obtemperado a pedidos o críticas de los partidos, revisando medidas, en aras de mantener esos niveles de organización y armonía entre el organismo y las entidades partidarias.
Pensamos que en esta ocasión debe seguir primando ese espíritu de diálogo y concertación.
Eso es lo que espera y merece la población y es lo que aconseja la experiencia para continuar siendo un país que exhibe con orgullo el montaje de procesos electorales continuos, como pilar de primer orden en el proceso de fortalecimiento de la democracia.
A ponerse de acuerdo, pues.
