Ginebra.- Una misión de investigación sobre las violaciones de derechos humanos en Libia dijo que los inmigrantes en este país sufren abusos que llegan a extremos de esclavitud sexual y tortura sistemática, actos que constituyen crímenes contra la humanidad y cuyos principales autores son entidades de seguridad estatales.
“Hay abundante evidencia de que (los inmigrantes) han sido sistemáticamente torturados”, sostiene el último informe de esa misión, que será presentado esta semana ante el Consejo de Derechos Humanos que se reúne en Ginebra.
Los miembros de la misión indicaron en una conferencia de prensa hoy que hay razones suficientes para creer que inmigrantes mujeres también han sido víctimas del crimen contra la humanidad de esclavitud sexual.
Los inmigrantes en general son un grupo extremadamente indefenso en Libia, a donde llegan desde varios países de África subsahariana y esperan la ocasión para intentar llegar a Europa por vía marítima.
De sus indagaciones, la misión concluyó que la Unión Europea ha “facilitado” la comisión de parte de esos crímenes al financiar entidades que efectúan retornos forzosos a Libia de migrantes interceptados en el Mediterráneo.
“El apoyo de la Unión Europea a la Guardia Costera Libia en términos de retornos forzosos y de interceptación lleva a violaciones de los derechos humanos. No se puede devolver a personas a áreas que son inseguras y las aguas de Libia son claramente inseguras para los migrantes”, explicó el miembro de la misión, Chaloka Beyani.
La Dirección para el Combate de Migración Ilegal, que también ha recibido recursos de la UE, “es igualmente responsable por multitud de crímenes contra la humanidad en los centros de detención que opera”, agregó.
La misión recabó evidencia de que los migrantes fueron esclavizados en centros de detención oficiales y en cárceles secretas, donde también se cometió violencia sexual de forma organizada.
En el contexto de esas detenciones, el informe menciona a entidades estatales como la encargada de combatir el crimen organizado y el terrorismo (DACOT), las fuerzas armadas árabes de Libia (LAAF), la agencia de seguridad interna (ISA) y el aparato de apoyo a la estabilidad (SSA), así como sus correspondientes líderes, “a los que se encontró repetidamente vinculados con violaciones y abusos”.
En Libia, un país que vive en el desgobierno -con dos facciones políticas rivales que detentan el control y ejercen su poder en un país divido-, la esclavitud, el trabajo forzado, el encarcelamiento, la extorsión y el tráfico de inmigrantes vulnerables genera “ingresos significativos para ciertas personas, grupos o instituciones estatales”, denunció la misión.
Ello incentiva esos comportamientos, agregó el grupo de expertos, al que la ONU encargó a mediados de 2020 investigar las violaciones de los derechos humanos en Libia desde 2016, con el objetivo de prevenir que sigan ocurriendo -un propósito que no se ha logrado- y recoger evidencias para que en algún momento se haga justicia.
La misión señaló que compartirá toda la información que ha recogido con la Corte Penal Internacional, incluida una lista de individuos que ha identificado como posibles autores de crímenes sancionados por las normas internacionales.
En Libia no sólo los inmigrantes son objeto de abusos, sino también la sociedad libia en general, a la que se ha recortado sus derechos civiles y políticos más elementales, como el derecho a la reunión, a la asociación y a la expresión, según el informe.
Todo esto ocurre en circunstancias en las que se intenta crear condiciones para que se realicen elecciones generales, pospuestas desde 2021. EFE
