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La vitamina P y sus beneficios para la piel

Vanesa Evangelina Buffa

La vitamina P, o bioflavonoides, son antioxidantes que ayudan a combatir los signos del envejecimiento y mantener una piel radiante y saludable. Descubre cómo aprovechar sus beneficios para mejorar la apariencia y la salud de tu rostro.

Al cuidar la piel, es común encontrarnos con productos que contienen vitamina E, ácido hialurónico o retinol, todos ellos conocidos por sus beneficios específicos para el cutis. Sin embargo, recientemente ha surgido un ingrediente que está captando la atención de las principales firmas cosméticas: la vitamina P.

Es esencial para la protección contra el daño de los radicales libres, la producción de colágeno, el fortalecimiento de los vasos sanguíneos y la mejora de la circulación, además de contribuir a que la piel luzca más radiante y saludable. Descubre dónde se encuentra esta vitamina y cómo puedes utilizarla para mejorar la apariencia de tu rostro.

¿Qué es la vitamina P?

Se entiende por vitamina a un nutriente que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar y mantenerse sano. A pesar de su nombre, la P no es una vitamina en el sentido tradicional, sino que es un término que se usa para referirse a varios micronutrientes esenciales que pueden obtenerse a través de los flavonoides o bioflavonoides.

Se descubrieron cuando científicos comprobaron que, con la parte blanca de los limones, se curaban heridas superficiales. En ese momento se le dio el nombre de vitamina P, pero este término solo se utiliza de manera coloquial, ya que los flavonoides no son vitaminas.

Este grupo de fitonutrientes se encuentran en una variedad de plantas y son los responsables de dar la pigmentación colorida y brillante de muchas frutas y verduras. Se encargan de atraer a los polinizadores y proteger la piel de los alimentos contra los rayos solares, agresiones bacterianas y otros agentes externos que puedan dañarlos.

Estas moléculas hidrosolubles tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que, en el organismo, favorecen la salud general y actúan de manera especial en el bienestar de la piel. Por esta razón, es un ingrediente que está ganando popularidad en el mundo de la cosmética. Es habitual encontrarlo, cada vez con más frecuencia, en los productos para el cuidado del rostro.

Efectos de la vitamina P en la piel

Al igual que existen vitaminas específicas para la salud del pelo y las uñas, los flavonoides tienen efectos beneficiosos para la piel. Además de sus prometedores beneficios para el bienestar general, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias también ofrecen numerosas ventajas para el cuidado del rostro. A continuación, se detallan sus principales efectos:

  • Estimulación de la producción de colágeno: al favorecer la disponibilidad de vitamina C, favorecen la síntesis de colágeno. Al estimular su producción se mantiene la firmeza y elasticidad de la piel.
  • Fortalecimiento de los vasos sanguíneos: fortalecen los vasos sanguíneos y mejoran la circulación. Con esto mantienen la piel luminosa, saludable y reducen la apariencia de ojeras y decoloraciones.
  • Prevención de la hiperpigmentación: dificultan la formación y el transporte de partículas de melanina, lo que ayuda a frenar la hiperpigmentación y promueve un tono de piel más uniforme.
  • Efectos antiinflamatorios: reducen la inflamación cutánea y benefician, sobre todo, a personas con piel sensible, propensas a enrojecimientos y que padecen condiciones inflamatorias como el acné y la rosácea.
  • Acción antioxidante: protegen la piel del estrés oxidativo causado por los radicales libres, moléculas que pueden dañar las células y acelerar el envejecimiento. De esta manera, ayudan a prevenir la aparición de arrugas y mantienen el cutis más joven y saludable.

¿Cómo usar la vitamina P para la piel?

Hay muchas maneras de incorporar los flavonoides a tu rutina de cuidado de la piel. La forma más sencilla y natural es hacerlo a través de la alimentación.

Estos son los alimentos ricos en vitamina P que deberías incluir en tu dieta:

  • Brócoli
  • Cebollas
  • Col rizada
  • Manzanas
  • Chocolate negro
  • Té verde y negro
  • Uvas y vino tinto
  • Frutas cítricas (como naranjas, limones, limas, pomelos)
  • Frutas del bosque (como fresas, arándanos, moras, cerezas y frambuesas)

Estas fuentes naturales no solo proporcionan flavonoides, sino también otros nutrientes beneficiosos para la salud.

Suplementos

Para quienes deseen una forma más concentrada de obtener flavonoides, existen suplementos que los contienen. Se comercializan en forma de cápsulas que contienen rutina, bioflavonoides cítricos y otros compuestos combinados.

Sin embargo, si te inclinas por esta opción, debes tomarlos bajo la supervisión de un profesional de la salud, debido a las siguientes particularidades:

  • No existe una dosis estandarizada y cada tipo puede tener instrucciones específicas para su uso.
  • Podrían tener efectos secundarios en dosis altas, como afectar la función tiroidea, interactuar con medicamentos y alterar los niveles de otros nutrientes en el cuerpo.
  • No están estrictamente regulados por organismos controladores, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), lo que significa que pueden estar contaminados o contener cantidades inexactas de flavonoides.
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