La familia Espaillat, propietaria del establecimiento Jet Set donde el pasado 8 de abril colapsó el techo durante un concierto, causando la muerte de 236 personas y dejando más de 180 heridos, emitió este miércoles un comunicado en el que asegura haber actuado con responsabilidad, transparencia y humanidad durante todo el proceso judicial que se les sigue.
Ante las acusaciones de los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, de homicidio involuntario por presunta negligencia, la familia explica que mantuvo silencio por respeto al dolor de las víctimas y prudencia frente a las investigaciones, pero que “ha llegado el momento de hablar con sinceridad, con claridad y con respeto”, ante la circulación de informaciones que según ellos no se corresponden con la verdad ni con los hechos documentados.
La familia recordó que Antonio Espaillat, al momento de la tragedia estaba fuera del país por una actividad internacional previamente agendada, pero retornó voluntariamente ese mismo día y ha estado a disposición de las autoridades, colaborando con la investigación. Asimismo, detallaron que han solicitado el secuestro del inmueble para preservar la evidencia estructural y que acreditaron al ingeniero Nicolás Saenz, experto internacional de la firma Thornton Tomasetti, como representante técnico en el peritaje.
