Cartagena (Colombia). En América Latina y el Caribe 36.000 menores de 15 años se convierten en madres cada año, lo que significa que cuatro niñas dan a luz cada minuto en la región, alerta el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
“Esto sucede sobre todo en comunidades afrodescendientes e indígenas, donde las niñas pierden el control de su cuerpo”, evidenció la directora regional para América Latina y el Caribe del Fondo de UNFPA, Susana Sottoli, a EFE.
En la quinta Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Sottoli fue la encargada de inaugurar y clausurar la reunión en la que trataron temas como el embarazo adolescente o la muerte materna.
La directiva de UNFPA mostró su preocupación por el sector más joven de las comunidades que tienen menos acceso a recursos médicos o medios anticonceptivos.
“Para las chicas de 15 a 19 años supone un impedimento para sus proyectos de vida el tener que salir de la escuela para dedicarse a cuidar prematuramente a sus hijos”, dijo la directora regional.
Sin embargo, Sottoli puso el foco de alerta en los embarazos de niñas menores de 14 años, que viven un incremento preocupante: “Estamos hablando completamente de otro fenómeno y es directamente la violación y los abusos sexuales, que requieren cuanto antes un abordaje de la Justicia de penalización”.
Desigualdad social
Según el ‘Reporte del Estado de la Población Mundial 2024’ del UNFPA, el embarazo adolescente es hasta dos veces más frecuente entre las adolescentes más pobres, pertenecientes a comunidades rurales, indígenas y afrodescendientes de la región.
Ante esto, la directiva añadió que Latinoamérica y el Caribe es una región “profundamente desigual, no necesariamente una región pobre en general, sino con riqueza mal distribuida”.
Una mujer de estas comunidades es, a su vez, tres veces más proclive de morir por complicaciones en el embarazo o en el parto que cualquier otra de la región, algo que para la jurista es “inaceptable, porque la ciencia sabe cómo prevenir estas muertes, se trata de un tema de política pública y de discriminación”.
A la situación de las mujeres discriminadas racialmente, se les suma otra dificultad, “sobre todo si es una mujer que no es heteronormativa”, pues suelen sufrir una mayor exclusión social por parte de su propia comunidad.
Economía estatal
“La economía de todo un país pierde económicamente si más mujeres siguen muriendo en el parto y sin más niñas siguen embarazando se prematuramente”, dijo Sottoli.
Por eso mencionó los datos de un estimado de 14 países que realizó el Fondo de Población sobre costo de oportunidad de no reducir el embarazo adolescente: “La cifra de lo que pierde un país si esta situación se mantiene es el 0,28 % del PIB”.
Para ejemplificar el dato, sumó que en Panamá ese costo de oportunidad es equivalente a tener detenidos los ingresos del Canal de Panamá por aproximadamente 3 meses, sabiendo que este “es la columna vertebral económica del país”.
Según estudios realizados por el UNFPA en diez países de la región, el embarazo en adolescentes puede significar un costo de hasta 9.500 millones de dólares al año, y por cada dólar invertido en prevención, recibirían un retorno que oscila entre los 20 y 40 dólares