Humberto Almonte
Analista de Cine
En la historia del cine pocos libros han sido más influyentes que “El Cine según Hitchcock” escrito a partir de una serie de entrevistas hechas por el director y crítico de cine francés François Truffaut a su colega realizador Alfred Hitchcock, que salió a la luz en 1966. He aquí que en el 2015 el estadounidense Kent Jones convocó a un distinguido grupo de directores para hablar del libro y del maestro del suspense en su documental Hitchcock /Truffaut.
La primera intención de Truffaut fue la de, como dice el documental en la voz de su narrador Bob Balaban: «Liberar a Hitchcock de su fama de artista ligero, superficial», cosa que logró con creces, pero más aún, nos legó una clase magistral de cine y también enriqueció su propia obra pues desde ahí se inició un fructífero intercambio personal y artístico.
De lo que nos habla este filme es de que después de medio siglo de la publicación del libro “El cine según Hitchcock” de François Truffaut, el director Kent Jones invita a algunos de los mejores directores de nuestro tiempo (Martin Scorsese, David Fincher, Richard Linklater, Wes Anderson, James Gray, Olivier Assayas…) a compartir sus pensamientos sobre el maestro del suspense, Alfred Hitchcock.
La dirección corre por cuenta de Kent Jones y el guion es de Serge Tubiana y del propio Jones. Las intervenciones corrieron a cargo de David Fincher, Martin Scorsese, Wes Anderson, Richard Linklater, Alfred Hitchcock, François Truffaut, James Gray, Olivier Assayas, Kiyoshi Kurosawa, Peter Bogdanovich, Arnaud Desplechin y Paul Schrader.
El documental deviene en una reflexion sobre el cine de Hitchcock, sobre el cine en general, el libro, y una puesta a punto de estos realizadores, pues sus observaciones comparativas con aquellas formas de realización los lleva a resaltar las influencias en sus obras, de hacernos notar los cambios en las audiencias de ambas épocas, todo un ejercicio de revisión de los presupuestos estéticos del cine.
El cine de Hitchcock, el cine según Hitchcock
Jones no comete el error de llenar su documental solo de cabezas parlantes (Talking Heads), utilizando fotos, pósters, fragmentos de audio de la entrevista original, así como de las películas y las escenas emblemáticas del director inglés, lo que hacen de el un trabajo ágil y profundo que complace a cinéfilos, analistas, realizadores y amantes de Hitch.
La complejidad de la obra cinematográfica de este creador proviene de una personalidad compleja, pues como lo apunta David Fincher: «En sus mejores obras hay una relación directa, umbilical con su subconsciente», pues lo freudiano, lo onírico, lo religioso y lo sexual, se mezclan en un coctel con su uso del lenguaje cinematográfico depurado para hacer de sus películas algo accesible al público y complejas para los analistas, los cinéfilos y para sus colegas.
Uno de los secretos no tan secretos de su cine, es clarificado por el director James Gray, tomando como ejemplo a Vértigo (1958): «En el caso de Vértigo, los mecanismos de la trama funcionan brillantemente pero el subtexto se eleva casi hasta el nivel del texto», algo que sucede en la mayoría del material tocado por este “autor“, como lo reconocieron los miembros de Cahiers du Cinéma, como Chabrol, Rohmer y por supuesto, Truffaut.
Sus preocupaciones principales, ayudado por su manejo de lo técnico, apuntan a su interés por quienes observaban sus películas: «Hay una tendencia de los cineastas de olvidar al publico», notaba él, a lo que reflexiona Martin Scorsese: «¿Se puede dirigir al público como lo hizo Hitchcock? ¡Lo hacen! pero el público cambió. El público de ahora fue criado con películas ruidosas, que tienen un climax cada dos segundos».
¿Era Hitchcock un nostálgico del cine mudo? pues no, no era nostalgia, era el conocimiento de la efectividad de ese lenguaje, del nivel que alcanzó, como él lo define: «No había necesidad de abandonar la realización de películas puramente visuales, de la manera como se hizo cuando llegó el sonido», y Richard Linklater resalta sobre ese conocimiento del lenguaje visual del cine mudo: «Uno puede ver una película de Hitchcock sin diálogo y sin música, y creo que aún así, se entendería un alto porcentaje de lo que se cuenta».
Jones amalgama como un alquimista de las imágenes y los sonidos estos testimonios, engarzando como perlas las secuencias y fragmentos, dotándolos, con ayuda de la habilidad montajistica de Rachel Reichman, de una ritmicidad y una elegancia atmosférica que hacen pasar veloces y ligeros sus 80 minutos, como diría Joan Manuel Serrat, sin sacrificar la profundidad del discurso, pues en Hitchcock /Truffaut no sobra ni un solo segundo.
La visualidad compleja de un creador único
Para los directores que intervienen, el libro no es un mero texto para regodearse, sino algo casi sagrado o una guía técnica como lo atestigua Kiyoshi Kurosawa: «Lo que se habla en el libro es al nivel de la realización. Esa es la actitud en la que me gusta estar cuando hago mis propias películas, es casi como una biblia, pero al mismo tiempo, me motiva a evitar imitarme a mí mismo».
El documental Hitchcock /Truffaut dirigido por Kent Jones basado en el libro “El Cine según Hitchcock”, no es un ejercicio nostálgico ni una galería de egos rendida al mago del suspenso. Es más bien una recapitulación analítica integral donde los grandes realizadores del cine actual son estimulados a reflexionar sobre el arte cinematográfico, el suyo y el de Hitch, y por todo esto habría que estar eternamente agradecido a François Truffaut por su iniciativa.
