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Los apagones remiten en Cuba con el aumento de la generación y un menor calor

Juan Carlos Espinosa

La Habana. La crisis energética cubana –que ha sometido a su economía y su población a largos apagones diarios– ha remitido en las últimas semanas gracias a una caída en la demanda ligada a la bajada estacional de la temperatura y al incremento de la generación, según datos analizados por EFE.

El reto del Gobierno cubano, sin embargo, sigue siendo estabilizar la situación y garantizar el suministro en 2023, tras un año marcado por los cortes eléctricos, que han lastrado aún más el rendimiento de una economía que ya atravesaba una grave crisis y atizado docenas de protestas sociales.

El momento más crítico llegó a finales de septiembre, con el paso del huracán Ian, cuando la isla entera se quedó a oscuras prácticamente durante días tras el colapso completo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Entonces se registraron múltiples manifestaciones en toda la geografía cubana, las mayores desde las grandes protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.

Los cortes, que en muchos lugares han superado las 10 horas diarias, afectan todos los aspectos de la vida en el país. De las cocinas eléctricas y congeladores de los hogares a los horarios de apertura de oficinas públicas y bancos, pasando por los surtidores de los servicentros (gasolineras), las bombas de agua de edificios y los pagos en establecimientos de divisas (que sólo funcionan con tarjeta).

El Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, reconoció ante la Asamblea Nacional (Legislativo unicameral) que para paliar las afectaciones a la población se paró parte de la industria nacional, lo que deprimió la producción.

Pero desde hace unas semanas la situación experimenta una evolución positiva. El país sumó este jueves seis días consecutivos sin apagones en el conjunto del territorio, algo que no sucedía desde junio.

Se trata de un balón de oxígeno para el Ejecutivo, que se comprometió públicamente en septiembre a darle la vuelta al SEN para finales de 2022. Sus planes de recuperación económica para el año que viene y la estabilidad social también dependen de los apagones.

El asunto tiene máxima prioridad. La situación energética fue uno de los dos ejes de la reciente gira internacional del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, por Argelia, Turquía, Rusia y China.

Además, una central flotante -la séptima que contrata Cuba en los últimos años- atracó hace unas semanas en la bahía de La Habana y está poniéndose a punto para entrar en funcionamiento.

MÁS OFERTA Y MENOS DEMANDA

Según ha concluido EFE con datos de la estatal Unión Eléctrica (UNE), entre el 30 de septiembre -tras el paso de Ian- y este jueves la generación se ha incrementado en unos 1.000 megawatios (MW). Esto es prácticamente un tercio de la demanda diaria.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, explicó recientemente que el incremento se debe, entre otras cosas, a la importación de materiales que han permitido la reparación y mantenimiento de algunas de las ocho centrales termoeléctricas del país, que generan la mitad de la electricidad.

También se han puesto de nuevo en funcionamiento unidades de la red distribuida -que funcionan con combustible importado- para aportar cerca de 300 MW más.

Si bien es cierto que el incremento en la generación de electricidad ha sido considerable, esta solo es una parte de la fotografía. La oferta sigue actualmente por debajo del promedio de la demanda a finales de septiembre.

Lo que sucede es que, de forma paralela, en este tiempo la demanda ha descendido: si el 2 de diciembre se situó en 3.170 MW, este jueves cayó hasta 2.800 MW.

MENOS CALOR, MENOS CONSUMO

Este fenómeno está relacionado con el descenso en las temperaturas máximas. Según ha explicado el propio Gobierno, el mayor consumo se da en los hogares y este crece por el uso de aires acondicionados y ventiladores para aliviar el calor.

El termómetro, según datos del Instituto de Meteorología (Insmet) cotejados por EFE, se ha mantenido por debajo de los 34 grados desde el 26 de noviembre y se han registrado temperaturas mínimas por debajo de los 20 grados a partir de esa fecha.

Aunque no son los únicos días en el año con estas máximas y mínimas en todo el país (no hay datos diarios de temperatura promedio nacional), sí revelan esta tendencia.

Las gráficas realizadas a partir de los datos también exponen otra coincidencia. Las afectaciones –lo que se desconecta ante la previsión de déficit de generación– también fueron cayendo progresivamente desde finales de noviembre.

Si el 29 de noviembre las afectaciones suponían el 37 % de la demanda máxima, para el 7 de diciembre caían por debajo del 10 %. Diez días más tarde la UNE confirmó que, por primera vez en meses, no iba a haber apagones en un día entero en Cuba. EFE

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