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Santo Domingo

Vela Zanetti en Santo Domingo; un documental en proceso

Humberto Almonte

Analista de Cine

El realizador Manolo Rodríguez Vidal ha emprendido la ardua tarea de acercarse a la obra de Jose Vela Zanetti, artista que llego exiliado a Santo Domingo, República Dominicana, desde la España de la guerra civil en 1939. En este acercamiento, pues no le diría entrevista, conversamos con Manolo sobre Vela Zanetti, el documental y sus procesos, en un dialogo que apuesta más que nada a lo informativo.

¿De dónde  sale la chispa primigenia  de este documental sobre el universo pictórico de Vela Zanetti?

Manolo Rodríguez Vidal Fue muy casual el inicio de todo esto. Estaba en una filmación y la locación era un hotel en San Cristóbal construido en los años 40, la directora del hotel, ante mis insistentes preguntas, me ofreció un tour una vez termináramos de filmar. Durante el recorrido prometido entramos a un amplio comedor y la señora me dijo, señalando a la pared oeste: “En esa pared grande del fondo, según me han dicho, hay un mural del artista Vela Zanetti, pero no he podido confirmarlo. Me hablaron de un artista restaurador que me puede ayudar, pero no he podido dar con él, se llama Orlando Menicucci” Al decir este nombre no pude evitar sonreír ya que había estado el día anterior con Orlando en Puerto Plata en una expo que él estaba montando y le dije a la señora; “Pues deje de buscar que lo llamo ahora mismo”.

Al otro día estaba en el hotel con Orlando y al levantar el plafón del techo del comedor… ¡Oh sorpresa!  dimos con el borde superior del mural entre cables y tubos. Ya en la casa me puse a investigar y descubrí que en ninguna de las listas de los murales de Vela Zanetti que se habían hecho hasta el momento en el país, aparecía el mural encontrado. Este fue el punto de partida de un documental donde el azar ha tenido siempre un protagonismo inusual.

¿Cuál es tu línea motivacional, a dónde deseas llegar con este tema?

MRV – Todo está relacionada con el interés que tengo por la memoria y cómo esta se relaciona con la cultura y la identidad; ideas que he desarrollado de manera tangencial desde mis tiempos en la universidad. Tengo la tesis de que los caribeños de manera general y los dominicanos de manera particular,  somos desmemoriados por naturaleza y dejamos de lado muchas obras, pensamientos y acciones de nuestro pasado reciente y no tan reciente, que desde mi perspectiva tienen valor fundacional para la construcción de un espacio cultural común. El encuentro con este mural, me pareció una preciosa metáfora de esa desmemoria que nos persigue en nuestra condición de caribeños.

¿Qué aspectos estilísticos o temáticos te interesa destacar de la obra de Vela?

MRV- La obra de Vela Zanetti transpira cultura, historia y conocimiento. Se ve que él investigaba cada tema que asumió con profundidad, esto se constata en las diferentes imágenes que componen cada mural, imágenes que parecen dialogar entre ellas y en sus significados. Crea en cada mural un territorio propio en que los símbolos se re significan dentro del marco de la obra, y a su vez, interaccionan con el conjunto de murales que realizó en el país con símbolos que se repiten. 

También destacaría de la obra muralística dominicana de Vela Zanetti que es el inicio del arte público nacional, siempre que saquemos el arte religioso y el prehistórico, y me parece que él fue consciente de esto, entendió su obra como un medio para comunicar conocimiento, valores y cultura, para lo que se servía de elemento paradigmáticos de la dominicanidad, como la iconografía taína, la diversidad étnica, los símbolos institucionales. Además construyó la imagen de un dominicano en el que se podía apreciar el carácter reflejado en su rostro, de manos fuertes entregadas a la creación. Los murales de Vela Zanetti crean la primera cosmogonía simbólica visual en la que se representa la sociedad dominicana en su conjunto. 

Desde la perspectiva estética destacaría su paleta de colores y cierto coqueteo con un cubismo, no en la descomposición de la forma, sino en el impacto de las luces en los cuerpos y las formas, que como dije, no pierden su esencia figurativa. Este efecto en las luces da una curiosa perspectiva que permite una suerte de tridimensionalidad muy particular que recorre varios de los murales dominicanos. Creo que a grandes rasgos, estos elementos que he mencionado serían una propuesta de mapa para acercarse al territorio que forman sus murales.

¿Cómo ha sido el proceso de investigación, que trasformaciones ha sufrido la propuesta inicial?

MRV- La premisa inicial con la que partí fue desmontada a lo largo del proceso de investigación. Siempre destaco que al realizar un documental se debe contar con la flexibilidad necesaria para ir cambiando las premisas cada vez que el contraste con la realidad lo requiera, y en este documental los cambios han sido muchos. Por ejemplo, no quiero dar spoilers, pero descubrí hace  poco, documentación de nexos entre Vela y la mayoría de los arquitectos con que trabajó en el país, nexos que se puede confirmar de manera visual en los murales dominicanos e igualmente en el que realizó en la ONU. Esta inesperada información me obligó a replantearme la edición que tenía hasta ese momento para dar cuenta de este descubrimiento.

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El proceso de investigación es rico y una de las partes que más disfruto del documental, la información se contrasta con diferentes fuentes y va asomando “esa verdad” que se dibuja y desdibuja a medida que avanza este proceso. Es un ejercicio transversal a toda la obra, pasa del guión a la producción, va a la postproducción y condiciona todo el trabajo hasta el último minuto.

El sentido de la oportunidad también ha jugado su papel en la investigación. Por ejemplo, viajare a New York por razones personales  y ya tengo agendadas ciertas visitas a la ONU para ver el mural que hizo Vela en este edificio, fotografiarlo y grabarlo. Ir a la biblioteca pública de NY a ver si encuentro fotos de la inauguración y del proceso de realización del mural. Finalmente, quiero ir al barrio donde vivió Jesús de Galíndez, para tener imágenes de apoyo del encuentro que tuvieron él y Vela en esa ciudad, el cual ha sido mencionado por los biógrafos de Galindez, y por el mismo Vela, y en varios de los testimonios que he filmado.

¿Qué pasos has seguido en el proceso de producción?

MRV – La producción de manera “oficial” ha entrado en el último momento gracias a una amiga solidaria . En este documental el azar y lo inesperado, dirigidos por la voluntad, ha determinado tiempos, acciones y presupuesto. Los contactos, las locaciones y las entrevistas, llegan a veces sin avisar. Por ejemplo, en una muestra de grabado a que asistí, conocí a un joven que me dijo que su profesor de grabado había tomado clases con Vela en la Escuela Nacional de Dibujo, y me dio su contacto. Al conversar con el alumno de Vela, hoy grabador de prestigio en el país, el señor Coco Félix Gautier, me dijo que su abuelo fue quien en 1939 le entregó en Burdeos los 60 dólares al artista para que pagara su pasaje y facilitó la visa para que Vela pudiera llegar al país como exiliado.

Así fue que di con Narciso Félix Vertier, cónsul dominicano en Burdeos y clave en la llegada del artista al país, de quién no había conseguido foto, ahí también pude comprobar que su nombre estaba equivocado en todas las tesis e investigaciones realizadas hasta el momento sobre Vela Zanetti. Además, el hijo de Coco Félix Gautier me mostró una foto de la dedicatoria escrita por el mismo Vela en un libro que regaló a la familia en la cual agradece la entrega de los 60 dólares que le hizo el patriarca de la familia en Burdeos y menciona el nombre del barco en que vino al país, el que tampoco había logrado conseguir. Definitivamente la investigación es una fascinante parte del proceso.

¿Obstáculos o  dificultades a los que te  has enfrentado?

MRV – Destacaría la falta de documentación que sufrimos en el país por la desmemoria que mencioné anteriormente, la que ha sido atenuada desde que el Archivo General se reestructuró bajo la dirección de Roberto Cassá, otra dificultad es la falta de compromiso de muchos de los agentes sociales que se supone deberían resguardar el patrimonio del país, y finalmente, las instituciones del Estado que muchas veces ponen en China la posibilidad de hacer los registros de los murales bajo su resguardo.

Al Ministerio de Cultura le interesa poco el tema, y cuando muestran algo de interés es para solicitar fotos o copias de las entrevistas de manera gratuita, pero son incapaces de invertir un centavo en la recuperación de esta memoria. Tampoco tienen una política consistente y seria para la conservación de los murales del artista, y muchas de las restauraciones, cuando se hacen, tienen muestras de significativas falencias técnicas y malas decisiones en los productos utilizados. 

Otras instituciones son casi impenetrables al solicitar los permisos para fotografiar los murales; el mural del Banco Central, por ejemplo, aún no he conseguido fotografiarlo por más que lo he intentado, tampoco el mural del Hospital del Seguro. Por otro lado, hay personas individuales que han regalado su tiempo, su esfuerzo y trabajo a este proyecto. Más de 20 personas entrevistados y amigos que me han dado una mano con las grabaciones de manera solidaria, y de un momento a otro, me llaman y me escriben con algún dato e información que me puede servir; a esas personas mil gracias!!

Destaco de manera positiva en este punto el apoyo del Archivo General de la Nación, institución que ha desarrollado un trabajo serio y responsable en la conservación y difusión de nuestra historia. Da gusto ir al Archivo a investigar. Roberto Cassá también fue de esas primeras personas que se interesó en el documental y su institución ofreció datos, informaciones y espacios para la difusión y puesta en conocimiento del proyecto; el Centro León a través de Danilo de los Santos también fue un espacio de consulta importante para el desarrollo del tema.

¿Crees que la plástica dominicana está poco abordada en el documental?

MRV- Ahí puedo destacar el trabajo de Héctor Montás, que ha llevado a cabo varios documentales del tema. El de Oscar Grullón que tiene documentales y registros importantes en la plástica y otros ámbitos culturales dominicanos, y otros más. También yo he hecho algunas cosas, más que nada en el registro con “Memoria y Cultura”. Ahora si lo abordamos desde la historia desde la perspectiva de la historia universal del documental, diría que el tema de la plástica, aunque ha sido tocado y muchas veces con grandes aciertos por importantes creadores, no ha sido nunca un tema neurálgico del documental.

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¿En qué etapa del trabajo estás ahora?

MRV – Ahora tengo editado cerca de cuarenta minutos, me gustaría que terminara en una hora de duración y se pudiese circunscribir al período dominicano, calculo que para mediados del año que viene estará terminado.

Manolo, Vela, el documental y otras palabras.

La feliz confluencia entre las artes pictóricas de Vela Zanetti y los intereses de Manolo Rodríguez Vidal por la documentación de la obra artística, apuntan a una preservación de la memoria en donde el audiovisual busca establecer una conexión emocional e intelectual con el espectador,  y de este con las expresiones artísticas de figuras de la cultura dominicana.

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