El son cubano, propuesto a la Unesco por La Habana como nuevo Patrimonio Cultural Inmaterial, es un “pilar histórico” de la música tradicional bailable del país, dice la candidatura, que resalta una historia con más de un siglo de mestizaje artístico.
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La decisión final llegará en breve, en el marco de la reunión ordinaria del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se celebra del 8 al 13 de diciembre en Nueva Delhi (India).
La esencia del género, que tiene su origen en el siglo XIX y combina la lírica española con la percusión africana, la resume bien la canción ‘Chan Chan’ del histórico sonero Compay Segundo: “De Alto Cedro, voy para Marcané. Llego a Cueto, voy para Mayarí”.
El famoso estribillo, una de las piezas inmortalizadas por el Buenavista Social Club, no es una casualidad. Es un viaje geográfico por cuatro localidades del este de Cuba, concretamente en las provincias de Holguín y Santiago de Cuba.
Es justamente en esa región, con sus paisajes verde y cerros, que se desarrolló el son cubano en las comunidades negras. A principios del siglo XX llegó a La Habana y se afincó definitivamente en la vecina provincia de Mayabeque.
La candidatura del país caribeño lo destaca como una práctica cuya “variedad y riqueza, con ritmos tradicionales de ascendencia africana y europea, son resultado de la memoria y transculturación de la nación”.
Sus ritmos, además de contar con instrumentos de percusión africanos, se melodizan con el tres cubano, una guitarra con tres pares de cuerdas.
En la actualidad el son cuenta con himnos conocidos y disfrutados universalmente que acercan a Cuba a todos los rincones del mundo con títulos como ‘Lágrimas negras’; ‘El cuarto de Tula’; ‘Son de la loma’ y ‘Échale Salsita’.
El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco tiene previsto examinar 54 candidaturas, entre ellas 11 de América Latina y el Caribe.
Las propuestas de la región, además del son cubano, incluyen: el joropo (Venezuela); el cuarteto de Córdoba (Argentina); la Pasión de Cristo de Iztapalapa (México); la tradición de circo familiar (Chile); el compás (Haití); la construcción de las quinchas (Panamá); el arte Ñai’upo (Paraguay); la música y danza aimara de Sarawja (Perú); la festividad de la Virgen de Guadalupe (Bolivia) y el bram navideño y el sambai de Gales Point Manatee (Belice). EFE









