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Figuras clave del cónclave: del camarlengo a la voz del ‘Habemus papam’

Gonzalo Sánchez

Ciudad del Vaticano. El cónclave es el rito solemne y confidencial con el que se elige un nuevo papa, estipulado minuciosamente y orquestado por varios prelados que pondrán rostro y voz a la ceremonia dentro y fuera de la Capilla Sixtina.

1) El camarlengo: Con la muerte o renuncia de un pontífice, la Santa Sede entra en una fase conocida como ‘sede vacante’ en la que, según exige la legislación canónica, “nada se ha de innovar”, todo se paraliza hasta que los cardenales eligen un sucesor.

Entonces entra en escena un cardenal especial: el camarlengo, de designación papal y con el objetivo de “cuidar y administrar los bienes y derechos temporales de la Sede Apostólica” en ese tiempo.

Francisco designó en febrero de 2019 al purpurado estadounidense Kevin Joseph Farrell, que además podrá votar y hasta ser elegido papa en el cónclave por tener menos de 80 años (77).

Farrell tuvo que constatar y anunciar al mundo la defunción el 21 de abril del pontífice argentino, así como sellar su apartamento para que nadie acceda a sus documentos y organizar su funeral.

Es, en resumidas cuentas, el gobernador de la Santa Sede en este periodo ‘interregno’ hasta que se elija a un sucesor, pero además deberá vigilar atentamente para que no se viole en modo alguno el carácter reservado de lo que sucede en la Capilla Sixtina”, según la Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis’.

2) El cardenal decano: el italiano Giovanni Battista Re fue nombrado en este cargo en enero de 2020 por el resto de purpurados de la Orden de Obispos y validado por Francisco. Su deber primero es encabezar el Colegio Cardenalicio y, por eso, es un referente entre los participantes del cónclave, Re ofició el funeral del papa argentino y hará lo mismo en la misa ‘Pro eligendo pontifice’ antes del acceso a la Capilla Sixtina.

3) El maestro ceremoniero: Es el responsable de dirigir los ritos y liturgias en los papas. Actualmente el cargo es desempeñado por el arzobispo italiano Diego Giovanni Ravelli. Será él quien pronuncie la fórmula ‘Extra omnes’ (fuera todos), para expulsar de la Capilla Sixtina a todo aquel que no vista la púrpura y no sea elector (menor de 80 años), garantizando así su total confidencialidad. Él también tendrá que abandonar el recinto al no ser cardenal.

4) Al frente del cónclave: El cardenal que presidirá desde dentro el cónclave será el más anciano de la Orden de los Obispos: Pietro Parolin, secretario de Estado de Francisco y considerado uno de los ‘papables’. Cuando un candidato alcance los dos tercios de los votos y sea elegido papa, será él quien le pregunte si acepta el poder con la fórmula en latín: ‘Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?” (¿Aceptas tu elección canónica a Sumo Pontífice?). En caso de que el elegido sea el propio Parolin, la pregunta se la haría el cardenal Fernando Filoni.

5) ‘Cum clave’: La Capilla Sixtina permanecerá cerrada y vigilada por la Guardia Suiza mientras los cardenales, en su interior, debaten o votan. La mano que abrirá y cerrará con llave sus portones cuando se requiera será la del cardenal indio George Jacob Koovakad, el último de la Orden de los Diáconos.

6) ‘Habemus papam’: El cardenal protodiácono será el encargado de anunciar al mundo que el cónclave ya ha elegido un nuevo papa, justo después de que los propios cardenales lo hagan con el humo de sus votos quemados en una estufa dentro de la Sixtina. En esta ocasión, la voz que dará la vuelta al planeta será del francés Dominique Mamberti. EFE

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