Lille (Francia). Steve Kerr, seleccionador de baloncesto de Estados Unidos, manifestó este domingo, tras la victoria de su equipo ante la de Serbia -actual subcampeona del mundo-, por 110-84, en el primer partido del grupo C del torneo olímpico de los Juegos de París 2024, que “cuando Kevin (Durant) regresa de una lesión, no se nota que ha estado ausente”, algo que considera “increíble”.
Durant, de 35 años, máximo anotador histórico del ‘Team USA’ en unos Juegos Olímpicos, que no había jugado ni un solo minuto en los cinco partidos amistosos previos a causa de una lesión de pantorilla y que apunta a un inédito cuarto oro en el torneo masculino, entró en cancha a falta de 2:33 para el final del primer cuarto. Desde ese instante, hasta el descanso (no jugó todo el tiempo en ese periodo), anotó 21 puntos con un impecable 100 por cien de efectividad en sus ocho lanzamientos: cinco triples y tres tiros de dos.
“Yo he entrenado a Kevin durante tres años”, dijo Kerr, en referencia a la etapa en la que el ahora alero de los Phoenix Suns jugó a sus órdenes en los Golden State Warriors y en los que ganó dos de los cuatro anillos que capturó la franquicia californiana en el periplo más glorioso de su historia, bajo la dirección del técnico nacido en Beirut hace 58 años.
“Y lo que más me ha llamado la atención acerca de él es que, más que ningún otro jugador con el que haya estado, cuando regresa de un periodo largo fuera de las canchas, no te das cuenta de que ha estado todo ese tiempo si jugar”, comentó el muy exitoso Kerr, que ha ganado un total de nueve anillos de campeón en la NBA. Aparte de los cuatro que logró como entrenador, sumó previamente otros cinco como jugador: tres con los Chicago Bulls -equipo en el que fue compañero del irrepetible Michael Jordan- y otros dos con los San Antonio Spurs.
“Tiene tanta calidad que parecía que tenía la forma de mitad de temporada cuando en realidad llevaba un par de meses sin jugar un partido de baloncesto de verdad. Es algo realmente increíble”, manifestó Kerr este domingo, en el Pierre Mauroy, después de la victoria de su equipo ante Serbia. EFE
