José Flandez
Venezuela, un país sometido a la barbarie por el llamado Socialismo del Siglo 21, donde se irrespetan todos los derechos humanos, y la economía hace rato que hizo aguas, cayendo su producto interno bruto alrededor de un 50% de su volumen previo a la elección del autócrata Hugo Chávez…, donde la hiperinflación tocó los techos de la estratosfera y campea la escasez y el hambre, es un país que merece ser gobernado de otra manera en la que se respeten las instituciones democráticas y prevalezca el estado de derecho.
Recientemente se celebraron allí, en medio de todos los obstáculos utilizados por la dictadura, elecciones primarias, organizadas por la sociedad civil, representada en la Comisión Nacional de Primaria de Venezuela, CNP, para escoger dentro de la oposición, el candidato a la presidencia que enfrentaría al dictador Nicolás Maduro, en los comicios que están planeados llevarse a cabo el próximo año 2024.
En dichas primarias salió ampliamente vencedora la valiente y sumamente popular ex diputada María Corina Machado, con un altísimo porcentaje de un 92.35% de los sufragios, lo que pone en serios aprietos al régimen, que le teme como el diablo a la cruz a dicha candidatura, por los elevados índices de aprobación con que cuenta la opositora en todos los estratos sociales, lo que implica un alto riesgo para el continuismo del régimen de opresión comandado por Maduro.
Sin embargo, hay que recordar que María Corina fue inhabilitada por el régimen, lo que supone el mayor obstáculo en su camino a la
participación en el próximo certamen electoral que se avecina, ya que su inhabilitación es un hecho ilegal con la intención de eliminar a rivales que pongan en peligro la prevalencia en el poder del llamado Socialismo del Siglo 21, ya sea encabezado por Maduro o por un sustituto.
Para rematar, incrementando la obstaculización de su candidatura, la fiscalía al servicio de la dictadura y dirigida por Tarek William Saab, denunció un supuesto fraude en estas primarias, anunciando que abrirá una investigación contra el presidente y la vicepresidenta de la CNP, Jesús María Casal y Mildred Camero, respectivamente.
Estas actitudes características del castrochavismo, son las que ponen a dudar a los analistas y a los demócratas de todo el mundo, de que Nicolás Maduro y su camarilla van a aceptar una derrota en las urnas. Antes agotarán todos los recursos a sus manos para impedir que algo semejante ocurra.
¡Ojalá que María Corina pueda participar en las próximas elecciones presidenciales y derrote ampliamente a la perversa y destructiva peste Castro chavista¡
