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Santo Domingo

Fragilidades democráticas

Manuel Hernández Villeta

La eliminación de las  primarias en la selección de aspirantes a síndicos y regidores, cercena la democracia en los partidos políticos. Se le quita la oportunidad a los militantes de escoger a sus candidatos, y esa atribución queda en las manos del líder o el puñado de máximos dirigentes.

A lo interno de los partidos la llama de la democracia no arde, sino el autoritarismo y el dedo. Si  los grupos partidistas no respetan los principios democráticos de escoger y ser escogidos, no se tiene la autoridad para hablar de convivir con   las ideas de los demás.

La realización de encuestas para escoger a los candidatos municipales, es contrario al derecho participativo. Las encuestas pueden ser manipuladas, aparte de que no hay garantías de la pureza de los datos ofrecidos.

Solo una elección  con voto secreto puede ser lo  creíble, de que se ha respetado el principio democrático.- Cualquier otra acción, solo es una zancadilla  al derecho y deber de la mayoría.

Una encuesta, o una selección del comité político, no es confiable. Siempre la bandera se inclinará a los seguidores del líder. Los cuestionadores o que se encuentran en tendencias  diferentes dentro del mismo partido, tienen sus días contados.

Ahora, la acción es legal. De acuerdo con las disposiciones de la Junta Central Electoral los partidos pueden escoger el sistema de primarias, de encuestas o simple selección de su comisión política o ejecutiva. De nuevo el dedo es el que manda en los partidos políticos.

A los militantes  se les debe dar la oportunidad de que escojan libremente a sus preferidos, que necesariamente no son los que más recursos económicos tienen. Cada día se abre la brecha que impide llegar a miembros de las capas pobres, a ser   aspirantes  a síndicos y regidores,

Hay otro tema donde se ve la fragilidad de la vida política dominicana. Es el reconocimiento al partido de Ramfis Trujillo. Es un absurdo todavía ser atormentados por el espíritu de Trujillo.- Sus métodos han seguido vivos. El autoritarismo, el  cercenamiento de la democracia, el poder del más fuerte y la presión política.

Trujillo es un nombre en la historia. Este nuevo partido carece del apoyo y las herramientas para llegar al poder. Rafael Trujillo fue el hijo predilecto de los poderes fáticos, y su nieto  para estos grupos es un desconocido.

Que se le permita hacer política,  y que el voto popular lo coloque en el lugar que merece. Si el apellido Trujillo le mete miedo a la sociedad dominicana, la democracia entonces es un simple espejismo con los pies de gelatina. ¡Ay!, se me acabó la tinta.

 

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