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Haití, otro año hacia atrás en 2022

Milo Milfort

Puerto Príncipe.- Pierre Louis es un cincuentón con 12 hijos a los que se esfuerza en cuidar y que no duda en calificar de “terrible” y “catastrófico” para su país el año que termina este sábado.

“El año fue catastrófico, no encontraba trabajo. En años anteriores pude encontrar qué hacer. El año 2022 es un año terrible. Ha ido muy mal para nosotros”, dijo a EFE Louis, un residente en una zona pobre de Puerto Príncipe.

“Nadie se preocupa por nosotros. Dios es nuestra única esperanza. Solo Dios puede cambiar las cosas”, añadió con un tono desesperado.

Otro hombre, Kerson, de veinte y tantos años, quien caminaba por las calles de la capital, hizo a EFE comentarios parecidos a Louis.

“Este año ha conseguido acabar con nuestras esperanzas. En años anteriores había actividades generadoras de ingresos”, dijo, recordando la falta de limpieza en las calles y la constante escasez de combustible. “Ha sido un año más duro que los anteriores”, se quejó.

VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS

Haití ha vivido una crisis humanitaria sin precedentes marcada por un terrible empeoramiento del clima de inseguridad, con más de 1.000 secuestros, el resurgimiento del cólera, que ya ha matado a más de 350 personas, la persistente escasez de combustible, cientos de muertos en guerras entre bandas, matanzas, violaciones y asesinatos repetidos.

“Las bandas son cada vez más poderosas que las autoridades”, afirma el sociólogo Djems Olivier, profesor en la Universidad Estatal de Haití. Una situación que, según él, ha demostrado el fracaso del Estado e incluso el hundimiento de las instituciones republicanas.

Al menos el 60 % de la zona de Puerto Príncipe está controlada por bandas que gobiernan con impunidad: secuestran, violan, roban y matan. Ciudades de provincias conocidas por su tranquilidad están invadidas por bandas que desafían a las autoridades del país.

“La gente está abandonando el país en masa. Esto seguirá aumentando en 2023 porque no todo el mundo tiene capacidad para resistir”, afirma Olivier.

Consideró que el país no ha dejado de caer desde 1986, debido a las diversas crisis políticas, económicas y sociales que se han sucedido.

“El balance es catastrófico desde el punto de vista político, social y económico. No nos han azotado los riesgos naturales, pero sí los ciclones económicos y políticos, con un país sin Estado y sin instituciones republicanas”, valoró con respecto a 2022.

UNA REALIDAD SOCIOPOLÍTICA COMPLICADA

En el plano sociopolítico, ha sido una situación extremadamente difícil para Haití. Es un año marcado por una serie de incertidumbres políticas.

“Políticamente, fue extremadamente difícil. Los actores políticos no consiguieron llegar a un acuerdo para tener un Gobierno capaz de promover la vida en el país. En el plano social, no es diferente”, explicó a EFE la economista Enomy Germain, “porque la situación política se ha injertado en el plano social, haciéndolo mucho más difícil por la falta de responsabilidad de las autoridades”.

Así, el país vivió durante todo el año una serie de manifestaciones -algunas violentas, seguidas de saqueos e incendios- pero también durante varias semanas se paralizaron todas las actividades debido al bloqueo sistemático de carreteras, calles y avenidas.

Más de 90.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido al aumento de la violencia de las bandas en el corazón del área metropolitana de la capital, lo que les ha obligado a vivir en plazas públicas, a abandonar Puerto Príncipe y a seguir viviendo en las condiciones más precarias.

AÑO CATASTRÓFICO PARA LA ECONOMÍA

Escasez persistente de combustible, subida del precio del petróleo, aumento del coste del transporte público, que se ha duplicado o incluso triplicado.

“Cuando se dan situaciones políticas y sociales tan complicadas, esto repercute negativamente en la economía. Desde el punto de vista económico, 2022 habrá sido el peor año económico registrado en Haití desde hace unos 25 años”, razonó Germain, al afirmar que 2022 ha sido el cuarto año consecutivo de pérdida de riqueza para la economía haitiana.

Germain afirmó que la inflación en 2022 en Haití fue del 47 %, un nivel que no se registraba en el país desde hacía más de 25 años. A lo largo del año la moneda local, el gourde, perdió más del 50 % de su valor.

Según datos oficiales, aproximadamente uno de cada dos haitianos sufre inseguridad alimentaria. Asimismo, a nivel agrícola, el país ha experimentado enormes dificultades, agregó la economista, sosteniendo que las actividades en el sector agrícola han disminuido alrededor de un 4,5 %.

“Es cierto que hoy en día la agricultura solo representa alrededor del 18 % de nuestro producto interior bruto (PIB), pero en términos de actividad, la agricultura es extremadamente importante por el número de empleos creados, y por la gama de productos que pone a disposición, evitando situaciones de hambre atroz”, explicó Germain. EFE

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