Nueva York.
El canciller dominicano Roberto Álvarez volvió a advertir que la crisis humanitaria y de inseguridad que afecta a Haití es sin precedentes, por lo que es menester abordarla con la urgencia que amerita el caso.
“No hay tiempo que perder. Apelamos, una vez más al Consejo de Seguridad a que utilice todos los recursos y medios a su alcance, para revertir el curso de esta situación y evitar de forma efectiva que la misma desborde las fronteras de nuestro vecino país”, dijo.
Dijo que el mandato de este Consejo es claro, que es mantener la paz y la seguridad internacionales, pero agregó que este principio jamás será posible si un ciudadano no puede darle a su vecino un abrazo fraterno en paz, como hoy en Haití, alimento esencial del espíritu humano.
Roberto Álvarez recordó que República Dominicana ha expresado que todos todos los esfuerzos en procurar un ambiente de paz en Haití deben ser paralelos a un proceso político inclusivo, liderado por los propios haitianos, en aras de alcanzar la necesaria unidad nacional, para abordar las causas fundamentales de su prolongada crisis. “Sin embargo, nos encontramos en un punto de inflexión, cuya prioridad es pacificar y llevar toda la ayuda humanitaria posible para paliar la desesperación que vive la población haitiana”, aclaró.
Durante su participación en esta reunión del Consejo de Seguridad donde se debatió el informe del secretario general de la ONU, António Guterres, en cumplimiento de la resolución 2645 del Consejo, el canciller dominicano estuvo acompañado por el embajador representante permanente de República Dominicana ante este organismo internacional, José Blanco, y la embajadora alterna, Joan Cedano.