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Santo Domingo

Trump y Biden en un debate intenso con predominio de acusaciones

Atlanta. El primer debate presidencial entre el presidente Joe Biden, del Partido Demócrata, y Donald Trump, candidato republicano, transcurrió entre insultos y acusaciones.

Biden llamó bobo y perdedor a Trump en el primer debate en el que se enfrentan de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

“Mi hijo no era un perdedor ni un tonto. Tú eres el tonto. Eres el perdedor”, apuntó el mandatario demócrata, quien acusó al expresidente republicano de faltarle el respeto a los veteranos y recordó a su hijo fallecido, Beau Biden, que era soldado.

Biden se salió del tono calmado que lo caracteriza para recordar que recientemente visitó Francia por el aniversario del desembarco de Normandía y visitó el cementerio de la Segunda Guerra Mundial, al que Trump se negó a ir en su día.

Según reveló la revista The Atlantic citando a varios altos funcionarios, cuando era presidente Trump dijo que no quería visitar las tumbas de los soldados estadounidenses enterrados en Aisne-Marne, el cementerio estadounidense cerca de París: “¿Por qué debería ir a ese cementerio? Está lleno de perdedores”, afirmó.

Biden aprovechó para recordar este suceso y afirmó que hoy existe “un gran respeto por los veteranos”.

Nido de ratas

Trump acusó al actual líder estadounidense, de abrir el país a los criminales y haber provocado que los ciudadanos vivan actualmente en un “nido de ratas”, con asesinatos perpetrados por inmigrantes.

“Estamos viviendo ahora mismo en un nido de ratas. Están matando a nuestra gente en Nueva York, en California, en cada estado, porque ya no tenemos fronteras”, le dijo a Biden en su primer debate de las presidenciales de noviembre, celebrado en Atlanta y sin público.

Según Trump, esos inmigrantes son los que están “violando y matando a las mujeres”.

En su discurso mencionó el caso de Jocelyn Nungaray, de 12 años, asesinada el 17 de junio en Houston, Texas, y por el que fueron arrestados dos venezolanos, que ingresaron recientemente al país, y a los que se les impuso una fianza de 10 millones de dólares a cada uno.

“Es horrible”, apuntó acusando a su contrincante de una falta absoluta de control.

Biden tachó esa acusación de ridícula: “Hay muchas mujeres violadas por sus parejas, hermanos y hermanas. Eso es simplemente ridículo”, apuntó destacando cómo su Administración ha trabajado para incrementar significativamente tanto el número de agentes en la frontera como la capacidad de asilo.

Trump ha prometido que, si es reelegido, cerrará la frontera sur de EE.UU. el primer día de su mandato y derogará todas las medidas emitidas por Biden, incluida la restricción para los solicitantes de asilo. Además ordenará una “deportación masiva” de criminales, como parte de su retórica de que los inmigrantes irregulares son violentos.

La restricción a las solicitudes de asilo recientemente implementada por Biden permite deportar a quienes no cumplan los estrictos requerimientos cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias durante un promedio de siete días.

Economía

La situación de la economía abrió el primer debate entre los candidatos a la presidencia Joe Biden y Donald Trump, que expusieron sus visiones opuestas sobre uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses.

El presidente Biden arrancó haciendo una referencia a la situación heredada en 2021 cuando asumió la presidencia: “Lo que me dejó el señor Trump fue una economía que estaba en caída libre”.

“La pandemia fue tan mal manejada que mucha gente estaba muriendo (…) La economía colapsó. No había empleos. La tasa de desempleo aumentó al 15 %, fue terrible. Entonces lo que tuvimos que hacer es intentar recomponer las cosas nuevamente”, afirmó el presidente.

Una visión muy distinta ofreció Trump, quien afirmó que durante su mandato (2017-2021) Estados Unidos tuvo “la mayor economía en la historia” del país.

“Nunca lo hemos hecho tan bien. Todo el mundo quedó asombrado. Otros países nos estaban copiando. Nos golpeó la covid y, cuando lo hicimos, gastamos el dinero necesario para no terminar en una Gran Depresión”, dijo.

La llegada de Biden al poder, añadió fue “un desastre para nuestro país” y “los únicos empleos que creó son para inmigrantes ilegales y empleos de recuperación, una recuperación del covid”.

“No ha hecho un buen trabajo. Ha hecho un mal trabajo y la inflación está matando a nuestro país. Nos está matando absolutamente”, afirmó en un tono calmado, poco usual en el expresidente.

Biden no se dio por vencido y afirmó que Trump es “el único que piensa eso”.

Tanto Trump como Biden son conscientes de que, según las encuestas, la economía y la inflación son dos de las principales prioridades de los votantes y los conceptos que más determinarán su voto.

Pero ambos dibujan la realidad de modo distinto. Biden, que heredó una grave crisis por la pandemia, se jacta de haber creado desde que llegó al poder más de 15 millones de puestos de trabajo, con una tasa de desempleo históricamente baja, en el 4 %.

La inflación, además, ha bajado considerablemente desde el máximo del 9,1 % que alcanzó en junio de 2022 y hoy está en el 3,3 %.

En el sombrío panorama internacional, la economía estadounidense sigue creciendo. En el primer trimestre el PIB creció cuatro décimas, a un ritmo de anual de crecimiento del 1,4 %.

Así, si se cumpliera la estadística de que ningún presidente estadounidense posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ha perdido unas elecciones cuando la economía es boyante, Biden lo tendría todo para ganar en noviembre.

Pero, según los analistas, hoy en día existe una desconexión de estas cifras con los votantes, quienes en su mayoría creen que la economía estadounidense no va bien, especialmente por el coste de la vida.

Trump conoce, por tanto, que esta percepción le puede beneficiar y constantemente ataca al demócrata responsabilizándolo de ser el generador “de la pesadilla inflacionaria”.

Y le acusa, por ejemplo, de inventarse méritos al afirmar que el 72 % de todos los empleos que Biden afirma haber creado son en realidad empleos creados tras la debacle de la pandemia.

El primer cara a cara de este año tiene lugar en los estudios de la cadena CNN en la ciudad de Atlanta (Georgia), con una duración de 90 minutos y sin presencia de público.

La cita ocurre en un momento trascendental dado que ambos candidatos están empatados en las encuestas y cualquier error que se haga viral podría decantar la balanza

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