La frontera ha comenzado a retornar a la calma tras los incidentes de la semana pasada.
El grupo de haitianos que escenificó las protestas por la alegada violación a su territorio se ha replegado y el contingente militar dominicano emplazado en la zona ha continuado su labor de vigilancia y patrullaje sin inconvenientes.
Aunque las autoridades haitianas mantienen cerradas sus puertas para las operaciones del mercado binacional y las dominicanas cuestionan el proceder, ambas con actitud beligerante, en la práctica, día a día, se intercambian mercancías y cruzan ciudadanos haitianos en busca de atención médica y de otros servicios sin mayores dificultades.
alharaca de elevado carácter proselitista presente en ambos países a partir del caso Río Masacre, ha comenzado a ceder, restando tensiones y evitando peligrosos excesos en la línea fronteriza.
La apuesta de ambas naciones deberá estar enmarcada en mantener abierto el diálogo y la diplomacia frente a cualquier conflicto y presionar la intervención de la comunidad internacional para la pacificación de Haití.