Una prolongada y exitosa carrera como pelotero profesional no podía tener un mejor destino que no sea el Salón de la Fama del Deporte Dominicano. Es la razón que tuvo el Comité Permanente del Pabellón de la Fama para anunciar a Efraín Valdez como su primera elección para ingresar a la inmortalidad deportiva en su Clase 2022, su ceremonial 56, el 1 de septiembre del 2022.
Valdez será eternizado durante el LVI Ceremonial programado para realizarse desde las 10:00 de la mañana del domingo 13 de noviembre en el auditorio del Pabellón de la Fama, situado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. El doctor Dionisio Guzmán, presidente del Comité Permanente, indicó que con la elección de Valdez inician formalmente los trabajos del 56 Ceremonial.
Valdez, un lanzador zurdo nacido el 11 de julio de 1966 en Nizao, municipio de la provincia Peravia, es uno de los pocos serpentineros con al menos medio centenar de victorias en la historia del béisbol invernal dominicano.
Asimismo, posee el mérito de ser uno de los pocos jugadores que jugó por 20 temporadas o más. Justamente 21 campañas y se retiró con un arsenal de 60 triunfos, en 149 aperturas como abridor, un récord a la fecha en nuestra pelota otoño-invernal.
Con los Tigres del Licey
Tuvo sus mejores años de gloria con los Tigres del Licey, tuvo registro colectivo de 60-50 y agregó dos partidos salvados a su actuación histórica. Lanzó 897 entradas en serie regular, le anotaron 404 carreras, de las cuales 393 fueron limpias y tuvo 3.10 de efectividad.
Permitió 863 imparables, otorgó 309 bases por bolas y ponchó 432. Fue un pitcher cuya virtud era el control y la localización de sus envíos. Lanzó diez temporadas con el Licey (del 85-86 al 95-96), una con los Azucareros del Este (hoy Toros-86-87), seis con los Pollos del Cibao (actuales Gigantes-96-2001) y sus últimas cuatro con las Estrellas Orientales (2001-05).
Fue pieza esencial en las coronas nacionales conquistadas por los Tigres en las temporadas 90-91 y 93-94.
Lideratos que alcanzó
Terminó como líder en victorias, aperturas, entradas lanzadas y bateadores enfrentados en la campaña 97-98, con 8, 12, 71.2 y 308, respectivamente. Esa fue la temporada de su mejor registro en ganados y perdidos, con palmarés de 8-2. También, terminó con efectividad de 2.47.
Además ganó el liderato de efectividad en 1999-2000, con 1.17 así como en bateadores enfrentados con 238, hazaña que repitió en 2000-01, con ERA de 2.36 y 282. En 12 de sus 20 temporadas terminó con efectividad por debajo de 2.95, incluyendo cuatro inferior a los 2.50. Su WHIP fue de 1.31.
En series finales y general
En semifinales tuvo registro de ocho victorias y ocho derrotas, efectividad de 2.55 en 35 partidos, en 20 como abridor. En 130 entradas toleró 118 hits, 51 carreras -37 limpias-, con 51 transferencias, 79 ponches y un WHIP de 1.29.
A nivel general, Valdez es líder de todos los tiempos en juegos iniciados, cuarto en victorias, sexto en innings lanzados y sexto en bateadores enfrentados.
En seis ocasiones logró cinco victorias o más, con cuatro estaciones de 5, una de 6 y la de su año grande de 8. En siete campañas lanzó 10 o más partidos como abridor, siendo su cifra tope las 13 del 1988-89, cuando tuvo registro de 5-7, a pesar de un excelente promedio de carreras limpias de 2.92 en 74 episodios trabajados.
En otras diez estaciones superó las 50 entradas de labor, destacando las 74.0 de la estación 88-89, las 71.2 del 97-98, 61.2 en el 92-93 y 61.1 en el 99-2000. Valdez tuvo su cifra tope de ponches, con 42, en la estación 98-99.
En Serie del Caribe
También fue un caballo de batalla en Serie del Caribe, donde salió campeón en 1988 con los Leones del Escogido, 91 y 94 con el Licey y 98 con las Águilas. Jugó en nueve ediciones del Clásico del Caribe y fue colíder en aperturas y participaciones entre los lanzadores dominicanos, con nueve. Tuvo foja de 2-4 y efectividad de 5.36 en 43.2 episodios de labor.