El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (ONPECO) deploró la indiferencia de los organismos reguladores del sector eléctrico ante el drama de las familias de ingresos medios y bajos, que no pueden hacer frente a alzas desmedidas en la factura eléctrica.
Las alzas que se aplicarían cada tres meses quedaron sin efectos a principio de julio, cuando el presidente de la República anunció que los cobros que se habían realizado por el aumento les serían devueltos a los consumidores y usuarios del servicio, pero los aumentos continúan.
El alza de ese momento se atribuyó a que con ella se cumplía con lo estipulado en el pacto eléctrico, pero la presión social, más la ilegalidad del “pacto”, en el que estuvo ausente el sector social, hizo que el jefe del Estado dominicano anunciara que quedaban sin efectos las alzas y que serían reembolsadas a los usuarios, mediante una rebaja visible en las facturas próxima, cosa que no ha ocurrido, por el contrario, la tarifa se ha elevado entre 50 % , como el caso del dramático episodio de la profesional Mariela capellán que el mes pasado recibió una factura de cinco mil pesos y la siguiente le llegó de 11 mil.
Estamos ante una situación de impotencia, que reflejada en la señora capellán es la expresión de todas las mujeres y amas de casas, que son las que con magros recursos deben enfrentar el día a día en medio de una inflación galopante.
Nunca se explicó cómo ni cuándo los consumidores y usuarios de la energía iban a percibir el reembolso y aunque no se ha vuelto a tratar el tema, sí tenemos apagones y alzas en las facturas, que, junto a la inflación que se vive, hace que el deterioro de la calidad de vida de las familias se sienta cada vez peor.
El último informe del Banco Central revela que los precios de los alimentos básicos y las bebidas no alcohólicas subieron 10.19 %, que, junto a una tarifa volátil de la energía eléctrica, disminuye de manera sensitiva el poder adquisitivo de los consumidores más vulnerables.
ONPECO advirtió que, si el gobierno subsidia los combustibles, este debe ser extendido al sector eléctrico para que también sean beneficiados los consumidores y usuarios de energía. Solo así se ayudaría a que se sienta menos el peso de la inflación.
ONPECO estima que las EDES maltratan a los consumidores, los irrespetan cuando ni siquiera son capaces de anunciar los horarios de los apagones, o si son por averías o “financieros” como en otras épocas. El Observatorio considera que, por lo menos, debe informarse adecuadamente, de forma precisa y puntual para que las familias se planifiquen y no se pierdan los alimentos refrigerados ni se rompa la cadena de frío en los establecimientos comerciales, como colmados, supermercados y restaurantes, los cuales pueden causar daños a la salud.
ONPECO entiende que la Superintendencia de Electricidad no está jugando el papel de regulador que le asigna la Ley de Electricidad número 125-01, y que las Distribuidoras solo se preocupan por cobrar antes que ofrecerles a las familias un servicio de electricidad seguro, de calidad y a buen precio, tal como lo manda la ley, la cual, incluso establece indemnizar a los usuarios por cada hora de apagón, cosa que nunca se ha cumplido.
