La ex vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, hizo referencia al caso SeNaSa este día afirmando  que “si las acusaciones del Ministerio Público se sostienen en tribunal, no estaríamos frente a “faltas administrativas subsanables” ni a un “desorden heredado”, sino frente a la puesta en escena de una arquitectura delincuencial para drenar recursos públicos justamente en contra de los más vulnerable”

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En un artículo publicado en el Listín Diario y Vanguardia del Pueblo, la también integrante del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fundamentada en la versión periodística del caso,  definió el mismo  como una mezcla explosiva de silencios y explicaciones, ambición desmedida, falta de auditorías, fallas de control, un pleito por el relato, y finalmente, judicialización.

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“El caso de SeNaSa habla de la debilidad institucional, porque se han citado hallazgos de la SISALRIL sobre procesos “fragmentados y manuales”, fallas de controles automáticos y deficiencias de trazabilidad (incluidas autorizaciones duplicadas)”, apunta Cedeño en el trabajo con el título: “El seguro de todos o el botín de unos pocos”.

Precisa que SeNaSa no es una oficina cualquiera, es una columna de la seguridad social y que,  por una causa u otra,  se ve afectado, se  erosiona la confianza del afiliado que se pregunta si su autorización fue negada por falta de cobertura o porque el dinero se fue por la tubería equivocada.

Considera que lo revelado motiva interrogantes incómodas como ¿quién se robó qué?”, sino ¿cómo se diseñó (o toleró) un modelo donde el control llega tarde?

Explica Margarita Cedeño en su artículo que la situación en torno al Servicio Nacional de Salud debería dejar, como mínimo, cinco reformas: 1) la trazabilidad digital obligatoria, en tiempo real, de autorizaciones, reclamaciones y pagos, 2)  debe realizarse auditorías  continuas (no episódica), con muestreos mensuales de alto costo, 3) la transparencia activa de contrataciones, 4) La  protección real a los afiliados y 5) la rendición de cuentas real y que sirva para combatir la impunidad.

“SeNaSa puede y debe sobrevivir a este golpe, pero no con maquillaje comunicacional, sino con una cirugía institucional, implementando controles modernos, auditorías independientes, datos abiertos y justicia sin selectividad. Porque si algo nos enseña esta historia es que cuando el sistema de salud se convierte en “un botín”, el ciudadano común termina pagando dos veces, con sus impuestos y con la vida”, concluyó.