El nombre de Manuel Chapuseaux se luce ahora porque Acroarte le ha distinguido en Premios Soberano, de Acroarte, al recibir la estatuilla al mérito por las artes escénicas y al presentare en una muy bien montada exposición fotográfica en el Centro Cultural Banreservas.
Teatro Gayumba fue una realidad que imprimió el sello y la personalidad con que caracterizó la compañía durante más de 40 años: economía de recursos técnicos: escenografías minimalistas, comunicando ambientes adecuados para sus dos personajes.
Ahora es justo el tiempo de saber cuál fue el aporte de este grupo teatral, en un tiempo tan lejano en el tiempo como julio de 1976, cuando ocho teatristas, no dos como se cree popularmente, decidieron reivindicar el teatro social latinoamericano bajo la inspiración y la experiencia del maestro venezolano Rómulo Rivas. Incluso al principio no se llamaban Teatro Gayumba.
El maestro Rómulo Rivas vino al país por medio de Casa de Teatro, a fomentar entre los teatristas del país las nuevas corrientes escénicas que privilegiaban la calidad de los textos a interpretar y hacerlo con elementos técnicos mínimos y simbólicos, en función de vestuario, utilería y maquillajes.
Gayumba fue cambiando de forma y de estructura, pasando a ser alternativamente trío, dúo y cuarteto, hasta que por fin se consolidó definitivamente en la pareja de Manuel Chapuseaux y Nives Santana.
De los ocho integrantes que iniciaron, solo quedaron al pie del escenario, ellos dos: estarían cabalgando entre funciones de títeres para público infantil y, haciendo un teatro abierto, sencillo y popular, pero no por tener esas características, menos valedero y trascendente.
Ellos dos ya habían iniciado, antes de 1976, esa tendencia pero que ahora se expresaría a un nivel más comprometido y profesional.
¿Una compañía de dos actores…”¿Cómo era posible?” , “¿Cómo pueden ser tan buenos?”– se decían los públicos nacionales e internacionales por la capacidad de este dúo escénico.
Nives y Manuel mostraron que no existía “un teatro pobre” sino que el escenario se hacía rico en expresividad, densidad interpretativa a partir de elementos escénicos muy simples.
En los países que se presentaron, en especial Cuba y Colombia, sorprendieron con su rendimiento en las tablas. Gayumba ha llevado a escena durante su trayectoria decenas de obras de las más diversas épocas y géneros, siempre dentro de su estilo de teatro popular, logrando en todas ellas el beneplácito del público y el elogio unánime de la crítica.
Su repertorio tiene la singular condición de haber producido piezas de temas clásicos para el Teatro Popular, dándole significados populares nuevos.
Las obras de Gayumba incluyen a: Don Quijote y Sancho Panza, El Quijote no existe, Ubú Rey, Cuentos del Siglo de Oro. En montaje para la niñez: Meñique, Era una vez. y dos son tres, entre muchas otras producciones.
Ha representado exitosamente a nuestro país en numerosos festivales de América y Europa, lo que, junto a sus frecuentes giras al extranjero, lo convirtieron en el grupo teatral dominicano más internacional de las últimas décadas.
La trayectoria Chapuseaux
Es, como ya he contado, actor, director y maestro de teatro con más de 45 años de experiencia profesional. Como director, evidencia una experiencia que le permite sacar el máximo de sus recursos y talentos. Su nombre es una marca que agrega atractivo social a los montajes que dirige y al presenciar lo que ha dirigido, se siente el aura de una gestión escénica trabajada a profundidad.
Es autor del libro Manual del Teatrero, galardonado con el Premio Nacional de Literatura (hoy Premio Anual) mención Didáctica en 1987. Ganador de tres premios Talía de Plata, incluyendo el Supremo Talía de Plata en 1988.
Nominado a los Premios Casandra y Soberano en siete ocasiones, obtuvo el Premio Soberano como actor del año en 2013 y el Soberano a las Artes Escénicas en 2024.
Ha sido director del Teatro de la UASD, profesor de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD), miembro de la comisión de educación artística del Plan Decenal de Educación e instructor en la Escuela Nacional de la Judicatura.
Nives Santana
Esta mujer mulata es responsable de extraordinarias actuaciones para la niñez y público adulto. Su expresivo corporal y facial, que resultan inolvidables para quienes la vimos en diversos escenarios, en calles y plazas, Nives Santana es memorable, siempre será un recuerdo vivo, no importan sus decisiones personales sobre su permanencia en escenario.
No era concebible que, en un cuerpo de estatura por debajo del promedio, con un peso que rondaba en aquella época las 139 libras, fuera capaz de ser tan multiexpresiva. Basta con haber hecho lo que hizo. No tiene que hacer nada más.
Ella decidió su retiro de la vida pública. Vive ahora como entiende que debe hacerlo, sin el escenario, pero viva y entonada a lo que entiende debe hacer.
