El crecimiento de la actividad humana desde la Revolución Industrial (1850) ha tenido consecuencias, una de ellas ha sido el aumento de los niveles de mercurio en los ríos del mundo que, desde entonces, se han más que duplicado, con consecuencias para la salud humana y para los ecosistemas.
Hasta ahora nadie había medido hasta qué punto la combustión del carbón, la minería, o la industria han alterado el ciclo natural del mercurio desde la década de 1850 pero, hoy, un estudio liderado por científicos de la Universidad de Nanjing (China) ha calculado los niveles globales de mercurio fluvial desde la era preindustrial hasta ahora.
Los autores del estudio, que se ha publicado este miércoles en la revista Science Advances, desarrollaron un modelo basado en procesos para simular el transporte de mercurio en los ríos y descubrieron que, antes de 1850, los ríos del mundo vertían a los océanos unas 390 toneladas métricas de mercurio al año. Hoy, los mismos ríos llevan mil toneladas métricas.
El estudio, en el que han participado científicos de China, Estados Unidos y Francia, apunta al vertido de aguas residuales, la erosión del suelo y las emisiones de mercurio procedentes de las actividades industriales y mineras, como principales causas de esta contaminación.
“Las actividades humanas han alterado el ciclo global del mercurio en todos los aspectos”, explica Yanxu Zhang, profesor asociado de Ciencias de la Tierra y Medioambientales en la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Tulane (Estados Unidos) y autor principal del estudio.
“Los estudios anteriores se han centrado en las concentraciones de mercurio en la atmósfera, los suelos y el agua de mar y han pasado por alto en gran medida los ríos, una vía importante para el mercurio que se ha convertido efectivamente en una tubería para las aguas residuales de origen municipal e industrial”, detalla el investigador.
El mercurio contiene potentes neurotoxinas que se acumulan en los peces y pueden poner en riesgo la salud de las personas que los consumen. Por eso, los hallazgos de este estudio tienen importantes implicaciones para la salud humana.
El estudio también advierte que los ríos cercanos a hábitats críticos para la fauna silvestre, incluidas las principales rutas migratorias de aves en Asia Oriental y América del Norte, han sufrido aumentos ‘preocupantes’ en los niveles de mercurio.
Un estudio regional
Para hacer el estudio, los autores crearon un modelo informático detallado llamado MOSART-Hg que simulaba el transporte preindustrial del mercurio desde la tierra hasta los océanos a través de los sistemas fluviales.
Sus hallazgos coincidieron estrechamente con las concentraciones de mercurio encontradas en muestras de sedimentos datadas de zonas costeras de todo el mundo, lo que validó su enfoque.
Los patrones regionales revelaron que los aumentos más drásticos de la contaminación por mercurio se produjeron en América del Norte y del Sur, que contribuyen con un 41 % del crecimiento mundial del mercurio fluvial desde 1850, seguidas por el sudeste asiático (22 %) y el sur de Asia (19 %).
La investigación identificó la minería artesanal y en pequeña escala como un factor especialmente significativo en la contaminación por mercurio en América del Sur, el sudeste asiático y partes de África.
En la región amazónica, por ejemplo, los niveles de mercurio se han disparado debido tanto al aumento de la erosión del suelo por la deforestación como a las emisiones de mercurio procedentes de las actividades mineras.
“El balance de mercurio del río Amazonas supera ahora las 200 toneladas métricas al año, y tres cuartas partes de esta cantidad provienen de actividades humanas, principalmente de la minería artesanal”, asegura Zhang.
En Asia Oriental, donde los ríos aportan más del 70 % del mercurio global, las emisiones industriales de mercurio se identificaron como el principal factor del aumento de esta contaminación. El flujo de mercurio del río Yangtsé se ha más que duplicado con respecto a los niveles preindustriales, apunta el estudio.
Pero no todas las regiones experimentaron aumentos: la región mediterránea registró niveles de mercurio más bajos en comparación con la era preindustrial, un dato que los investigadores atribuyen a la construcción de presas como la presa alta de Asuán en el río Nilo, que atrapan los sedimentos contaminados.
Los autores creen que este trabajo puede ayudar a gestionar la contaminación por mercurio y buscar soluciones, a fijar objetivos mundiales para reducir las emisiones de mercurio fluvial, y a restaurar los entornos contaminados. EFE