Hecmari Ugarte

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Juan Soto está firmando una de las campañas más completas de su carrera en las Grandes Ligas, combinando poder, velocidad y disciplina en el plato para inscribir su nombre junto a grandes leyendas del béisbol.

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El jardinero de los Mets de Nueva York ha demostrado ser mucho más que un bateador de poder. En 2025 alcanzó un registro único que muy pocos han logrado en la historia de la MLB: 35 o más cuadrangulares, 25 o más bases robadas y 115 o más boletos en una sola temporada. Esta combinación lo coloca en un club sumamente exclusivo que refleja su impacto integral en el juego.

Un logro de élite

Con esta hazaña, Soto se une a figuras históricas como Jeff Bagwell (1997 y 1999), Chipper Jones (1999) y Barry Bonds (1993, 1996-1998), todos miembros o futuros miembros del Salón de la Fama. La rareza de estas estadísticas subraya la dificultad de dominar en tantas facetas del béisbol en una misma campaña.

Producción ofensiva de impacto

Hasta el momento, el dominicano suma 127 imparables, incluyendo 16 dobles, un triple y 37 jonrones, además de 91 carreras remolcadas y 107 anotadas. A esto se agregan 115 boletos recibidos, 27 bases robadas y un promedio de bateo de .259 en 138 partidos. Números que consolidan a Soto como una de las bujías ofensivas de los Mets y justifican la millonaria inversión de la organización en su contrato.

Un jugador completo

Apodado “La Fiera”, Soto ha demostrado en 2025 que su juego va más allá de la fuerza con el madero. Su paciencia en el plato, combinada con su agresividad en las bases y su consistencia en el poder, lo convierten en uno de los peloteros más completos de su generación.

Con este desempeño, Juan Soto no solo refuerza su estatus como una de las caras de la MLB, sino que también sigue construyendo un camino que lo encamina hacia la grandeza y, eventualmente, al Salón de la Fama.