Naciones Unidas. El primer ministro de Haití, Ariel Henry, planteó ante la Asamblea de las Naciones Unidas, el derecho de su país a la construcción de un canal del lado haitiano que pretende desviar agua del Río Masacre, afluente compartido con República Dominicana.
En su discurso, Henry expresó que Haití opta por el diálogo dentro del respeto de los acuerdos firmados en el pasado.
“El pueblo de Haití opta por la vía del diálogo y la negociación, para poder arreglar de forma pacífica las diferencias, dentro del respeto del acuerdo ya firmado de buena fe entre los dos Estados en 1929 y 2021”, dijo Henry.
Precisó que su país no está en guerra con nadie, debido a que los haitianos son un pueblo “generoso y solidario que creen en el diálogo y en la posibilidad de compartir de manera equitativa los recursos comunes en un respeto mutuo”.
Afirmó que no se quiere crear ninguna situación que pudiera dividir a la República Dominicana de Haití debido a que ambas naciones comparten una frontera.
“La historia nos recuerda a diario que la violencia de un país hermano solo trae amarguras que se transmite de generación en generación… El río que llamamos el río Masacre es una fuente de fricción histórica entre Haití y la RD y nos invita a no volver a resucitar esas heridas ni crear otras”.
Ayuda de la comunidad internacional
En su discurso, el primer ministro haitiano también pidió a la ONU y comunidad internacional ir en auxilio de esa nación “lo antes posible” y enviar la misión que Kenia se ha ofrecido a liderar.
Asimismo, el Jefe del Estado haitiano comunicó que los ciudadanos en su país se ven obligados a buscar mejores condiciones de vida en otras naciones a causa de la inseguridad que se vive en este.
“Pedimos a los países amigos, de lejos o de cerca, que comprendan que hay que hacer algo urgente para ayudar a Haití. Restablecer la seguridad y la estabilidad”, refirió el primer ministro.
Citó varios de los crímenes cometidos por los grupos de bandas armadas en territorio haitiano, como son “abusos, violaciones sistemáticas de derechos humanos, incendios, masacres, violencia sexual y sexista, tráfico de los órganos, trata de personas, homicidios, ejecuciones extrajudiciales, reclutamiento de niños soldado, bloqueos de las carreteras principales”.
Afirmó que la inseguridad, patrocinada por bandas armadas, ha provocado ese país quede sumergido en la pobreza, por lo que pidió a los países el apoyo a la Policía Nacional de Haití (PNH).
En ese sentido, Henry aseguró que su gobierno seguirá hablando con todos los políticos y actores de su país, para lograr «una buena salida a la crisis» para el retorno de la normalidad y poder seguir haciendo frente a los desafíos actuales.
En la víspera, el ministro de Relaciones Exteriores dominicano, Roberto Álvarez, solicitó e al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobar de “manera urgente”, y con un mandato amplio, la resolución que autoriza el despliegue de una fuerza multinacional en Haití.
El diplomático recordó que el Gobierno dominicano ha venido advirtiendo, desde hace dos años, que la grave crisis en Haití ya desbordó sus fronteras, por lo que urge una acción inmediata y contundente de la comunidad internacional.
Situación precaria
Además, el primer ministro haitiano habló sobre las amenazas sanitarias, como el cólera, las violaciones a los derechos humanos, lo que implica una inestabilidad para la paz de la vecina nación.
Citó el tráfico de órganos, los secuestros, bloqueos de carreteras, asesinatos y otros crímenes, que han incidido en la contracción de la economía.
El funcionario resaltó que casi la mitad de la población haitiana vive con casi dos dólares al día.