La situación en la frontera domínico-haitiana en Dajabón (norte) sigue siendo tranquila en la segunda jornada del cierre dispuesto por el Gobierno del presidente dominicano, Luis Abinader, como medida para que detengan la construcción, del lado haitiano, de un canal de riego en el río Masacre, que comparten ambas naciones.
Desde las 6.00 de la mañana del viernes la totalidad de la frontera -marítima, terrestre y aérea- entre ambos países permanece cerrada, y solo dos veces al día, a las 12.00 y a las 4.00 de la tarde se permite el paso de los ciudadanos haitianos que están en territorio dominicano para que regresen a su país.
Un grupo de unas 200 personas esperaba cerca del paso fronterizo para volver a Haití en los minutos de apertura de este mediodía, muchas de ellas mujeres con niños pequeños que iban cargando unas pocas pertenencias, según pudo comprobar EFE.
Mientras hacían fila bajo el intenso sol para pasar al otro lado, un camión de la Dirección General de Migración (DGM) llegó cargado de ciudadanos haitianos indocumentados para deportarlos, sin que se hayan producido movimientos reseñables durante la mañana.
CONSECUENCIAS PARA EL COMERCIO
El cierre fronterizo supone la suspensión del mercado binacional que se celebra viernes y lunes en Dajabón, actividad comercial entre ambos países cuya cancelación acarreará consecuencias económicas para los comerciantes dominicanos y problemas de abastecimiento para los haitianos.
El legislador y miembro de la comisión de Industria y Comercio de la Cámara de Diputados Darío Zapata, anunció que esta tarde habrá una reunión con el ministro Ito Bisonó y representantes del sector del comercio para «buscar una salida que pueda resolver las grandes pérdidas» que están sufriendo los comerciantes y los productores.