La sostenibilidad en América Latina está dejando de ser un compromiso reputacional para transformarse en un motor de rentabilidad empresarial. En la República Dominicana, las compañías están integrando la inteligencia artificial (IA) como aliada estratégica para reducir costos, optimizar recursos y responder a las crecientes exigencias ambientales.

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Un reciente informe titulado “Sostenibilidad Inteligente: Cómo la IA Convierte la Economía Circular en Rentabilidad Empresarial”, elaborado por Rodrigo Ramírez-Pisco, PhD de BIU University Miami, revela que las empresas que aplican IA en procesos circulares logran reducir hasta un 30% el desperdicio de materiales y disminuir un 25% los costos operativos. Sectores como la manufactura, la energía y la agroindustria ya implementan algoritmos predictivos para anticipar demanda, mejorar cadenas de suministro y extender la vida útil de productos.

La República Dominicana se ha convertido en el primer país de Centroamérica con una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA). Según datos de la Cámara de Comercio y la multinacional Red Hat, se proyecta que para 2025 el 35% de las empresas dominicanas habrán implementado soluciones de IA, mientras que un 65% tiene planes de hacerlo en los próximos años.

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a estrategia nacional busca posicionar al país como hub regional de IA, reconociendo desafíos como la brecha digital y la fuga de talento tecnológico. Para enfrentarlos, prevé programas de formación de más de 10,000 profesionales en los próximos años.

Casos de éxito globales

  • Unilever: optimizó su cadena de suministro con IA y visión por computadora, logrando un 25% de mejora en la calidad de plásticos reciclados y hasta un 60% de contenido reciclado en envases.
  • Renault: en su planta de Choisy-le-Roi, utiliza sensores IoT e IA para remanufacturar motores, alcanzando ahorros energéticos del 80% y reducciones anuales de 18,000 toneladas de CO₂.
  • Apple: aplica IA en la gestión de baterías y diagnósticos predictivos, extendiendo la vida útil de dispositivos y reforzando la lealtad de clientes.

Según el Parlamento Europeo, hasta el 80% del impacto ambiental de un producto se define en su fase de diseño. En este sentido, la IA se convierte en una herramienta clave para reducir costos, minimizar residuos y garantizar coherencia frente a regulaciones más estrictas y consumidores más exigentes.