Concepción M. Moreno
Buenos Aires.- La reaparición pública de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, tras dos meses de silencio dejó este sábado una defensa del candidato oficialista, Sergio Massa, críticas a la oposición y al FMI y un “ya lo dije” en alusión a los resultados de las elecciones primarias en el país.
Durante casi una hora y media y ante un auditorio de 400 invitados, entre los que estaban miembros del actual Ejecutivo, como el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, o el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la también exmandataria (2007-2015) no mencionó la reciente decisión de la Justicia de reabrir dos causas en su contra.
Fernández ironizó sobre los comentarios acerca de su ausencia de opiniones poselectorales o su apoyo o no al candidato oficialista -con quien hace años estuvo enfrentado- y recordó que ella fue “una de las impulsoras de que no hubiera PASO” en la coalición oficialista Unión por la Patria (cuyo nombre sustituye al del gobernante Frente de Todos).
No obstante, el 13 de agosto Massa compitió en primarias con el dirigente social Juan Grabois, quien se opuso a la designación del ministro de Economía como ‘candidato único’ oficialista, eliminando el duelo entre De Pedro y el actual embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli.
Massa y el FMI
“Yo ahora pregunto a todos esos que impulsaban que el presidente (Alberto Fernández) estuviera un lado y la vicepresidenta estuviera en otro, en un marco de más de 100 puntos de inflación, ¿cuánto hubiera sacado el de La Libertad Avanza?”, dijo.
La vicepresidenta no perdió la ocasión de respaldar a Massa, al “reconocerle” que dijo “la verdad a la sociedad sobre el FMI”.
“Cada argentino y argentina debe saber que los precios que le aumentaron fue por la devaluación impuesta por el FMI”, señaló Fernández, quien agregó que el organismo establece “planes inconsistentes para el bienestar de Argentina”.
Fernández lanzó varios dardos, aunque sin mencionarlos por sus nombres, contra los candidatos de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, y de Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich.
Jugando con la terminología usada por el líder libertario, quien habla de la clase política -gobernante y opositora- como “casta”, la vicepresidenta se refirió a la “casta de los economistas”, que tuvieron un “rol fundamental en el modelo neoliberal” instalado en Argentina durante décadas.
Las PASO
Reclamada por una parte de la militancia del peronismo gobernante, Fernández no ha participado activamente en la campaña electoral para los comicios del 22 de octubre y estaba ausente de los focos desde el 17 de julio pasado, cuando participó en un evento junto a Massa.
Esa petición se debe a la convicción de una parte del peronismo de que su intervención captará votos para que los dos candidatos más votados en las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias), Milei y Massa, compitan en una eventual segunda vuelta por la Presidencia argentina, dejando fuera a Bullrich.
Acerca de su silencio tras los comicios, la exmandataria dijo que ella había adelantado lo que iba a ocurrir.
“¿Qué iba a decir después del resultado? Yo ya lo había dicho antes (…) En mayo dije en televisión que iba a ser una elección atípica, de tercios, y que lo importante iba a ser el piso y no el techo. Bueno, sucedió eso”, argumentó.
Fernández recordó el aniversario del triunfo de Juan Domingo Perón en las elecciones de 1973 para el último mandato de su vida (falleció en el ejercicio del cargo el 1 de julio de 1974) y comentó que las aspiraciones cotidianas de la población no son algo de “derechas o izquierdas”, sino “te diría que casi de peronistas”.
Su reaparición en el acto celebrado en Buenos Aires bajo el lema “De castas, herencias, derrumbes y futuro”, organizado por la Escuela Justicialista Néstor Kirchner, tuvo lugar días después de la reapertura de dos causas judiciales en su contra: la denominada Hotesur-Los Sauces, por presunto lavado de dinero, y la firma en 2013 de un memorando de entendimiento entre Argentina e Irán, que se investiga como una presunta maniobra para encubrir a varios funcionarios de ese país en el marco del atentado a la AMIA (1994).
Fernández, de 70 años y cuyo mandato como vicepresidenta concluye el 10 de diciembre, fue condenada en diciembre de 2022 a 6 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos en un juicio oral por administración fraudulenta y cuya sentencia fue apelada.
La vicepresidenta, quien sufrió un intento de asesinato el 1 de septiembre de 2022, ha sostenido varias veces que es víctima de “lawfare” (hostigamiento judicial). EFE