Juan Padilla
Me acerco a este tema, habiendo visto nuestro juego “democrático” desde afuera del terreno, y luego de participar en todos los procesos electorales como elector, procesos citados en este presente contenido.
Este planteamiento intenta entender el proceso de crecimiento del PLD hasta finalmente llegar al poder, en su sexta participación electoral, y compararlo con lo logrado en un corto tiempo por la Fuerza del Pueblo. Al parecer los factores de candidaturas, experiencia, momento y recursos, son las variables que explican este avance en tiempo récord.
Todo comenzó en esa lucha política que se inició en el Partido de la Liberación Dominicana y que finalmente trajo como consecuencia, que el doctor Leonel Fernández saliera de ese partido y formara su propia parcela política, que es la Fuerza del Pueblo.
Recientemente, el expresidente Fernández decía que la Fuerza del Pueblo había logrado lo que no pudo lograr el PLD y que esto logrado por la Fuerza del Pueblo, lo ha logrado sin ser gobierno. Tal vez, se puede inferir que siendo gobierno, es posible utilizar los recursos del Estado, como se entiende todos los que han gobernado lo han hecho, para lograr un posicionamiento estratégico mucho mayor, o permanencia en el poder.
Pero es interesante pensar un momento de cómo se percibió realmente ese crecimiento del PLD desde que el profesor Juan Bosch se separa Partido Revolucionario Dominicano, forma el PLD y se atreve a participar en las elecciones.
La gente decía, ese es un partido de cuadros, ese es un partido organizado, disciplinado, con mística. Pero el PLD en su primer proceso electoral solamente sacó 18 mil votos. Cuatro años más tarde, en el segundo proceso electoral, alcanzó al menos 179 mil votos, luego en 1986 alcanzo 387 mil votos, en 1990 654 mil votos, en el 1994 396 mil votos (aquí se hablaba de un fraude colosal) y dos años más tarde, por el recorte del mandato presidencial de Joaquín Balaguer, en las elecciones del 1996 el PLD llega al poder con 1,130 mil votos.
Yo diría que una victoria lograda gracias al apoyo decidido de Joaquín Balaguer, quien habría tenido que ceder dos años en su último mandato, decide apoyar al PLD.
Ese gobierno no lo voy a criticar, pero cuatro años más tarde Hipólito Mejía le da una pela al candidato del PLD. Gobierna Hipólito, se conocen los temas de los manejos y de las crisis financieras y todo eso, además de las famosas casas del terror que eran los supermercados. Una crisis espantosa, lo que dio la oportunidad que regresara el PLD a gobernar y lo hiciera por dos periodos consecutivos, el mismo Leonel Fernández.
Pero al reelegirse, quedó sembrada también la semilla de la discordia en el PLD, porque existían aspiraciones del ex presidente Danilo Medina, quien tuvo que esperar ocho años luego del retorno del PLD al poder, y no cuatro como pensaba que iba a ocurrir. Entonces, en el 2012, Danilo Medina alcanza el poder en esas elecciones, recibió la batuta Leonel Fernández. Pero Danilo Medina, también se reelige y gobierna ocho años consecutivos.
Estamos hablando de dos décadas del PLD gobernando, con solo una interrupción con el pase a Hipólito Mejía en el año 2000. Fueron tres periodos de Leonel Fernández, dos periodos de Danilo, veinte años morados. El desgaste del PLD fue real y vital, la tasa de rechazo enorme. Sobre todo porque, nadie puede decir que muchos de los fueron funcionarios de alta gama en los gobiernos morados, no se enriquecieron y no se hicieron multimillonarios.
Por esto, queda la duda, para entender si se estaría hablando de las mismas condiciones que tenía el PLD antes de llegar a gobernar, y las que ha tenido la Fuerza del Pueblo aún sin ser gobierno. Parecería que muchos de los dirigentes importantes que salieron del PLD para irse a la Fuerza del Pueblo, no se hicieron millonarios también en esos procesos en que gobernaron.
Esto podría significar, que dinero no ha faltado en esa Fuerza del Pueblo, como dinero también tiene hoy el PLD luego de gobernar. Lo que no tienen en la mano estos dos partidos, es el acceso directo a las arcas del Estado, porque no están gobernando, y quizás ese es el planteamiento que podría explicar los posicionamientos y comportamientos electorales.
La Fuerza del Pueblo, sin ser gobierno, ahora tiene la segunda mayoría, en base a los resultados electorales de las pasadas elecciones. Sin embargo, todo el mundo cree, que existe de una manera estratégica, no declarada, una alianza entre Luis Abinader y Leonel Fernández. Eso que lo juzgue la historia.
Esta alianza supuestamente permitió a Luis Abinader llegar al poder abrumadoramente en su primera ocasión. Mucha gente piensa que por esa misma alianza, toda la persecución a la corrupción de los pasados gobiernos, de esos 20 años, el gobierno del cambio la concentró en los últimos dos periodos en los cuales gobernó Danilo Medina, y no ha sido tocado ningún funcionario de los gobiernos de Leonel Fernández, aunque se cree, que un porcentaje de sus funcionarios tambien habrían cometido actos de corrupción.
Tal vez, por esa razón, con silencio redundante, luce hacerse una oposición tenue y benigna, y se apoyan indirectamente los criterios de las reformas. Más hoy usted ve en la prensa, que se vuelve a atacar al sector de Danilo Medina y a recrudecer el tema del combate a la corrupción. Parecería que en los 20 años del PLD, solo hubo corrupción en los gobiernos de Medina.
Ahora, y esto la historia no nos deja mentir: sin Balaguer el PLD no llega al gobierno. Sin Balaguer, Leonel no llega a ser presidente. Y si no llega a ser presidente, no se reelige y si no se reelige, tampoco hoy habría Fuerza del Pueblo.
De colofón cabe señalar, que así como la suerte acompaño a Leonel Fernández al recibir el respaldo de Joaquín Balaguer, hay analistas que piensan seriamente, que Luis Abinader mantiene una alianza con Leonel, que lo apoyó para que la Fuerza del Pueblo fuera la segunda mayoría, y lo apoyaría en las elecciones del 2028.