Los científicos han puesto deberes a los mandatarios que a partir del lunes asistirán en Niza a la Conferencia de los Océanos y apuntan en tres direcciones: el cumplimiento real de los acuerdos ya vigentes, el acceso equitativo a datos, investigaciones y beneficios y la financiación de soluciones alternativas al actual modelo de transporte marítimo.
El congreso científico One Ocean, antesala de la Conferencia, ha publicado una larga lista de recomendaciones que constituyen “una base sólida para la toma de decisiones”, ha asegurado François Houllier, copresidente del comité científico del congreso, al término del mismo.
Las pautas marcadas en Niza por los expertos hablan del desarrollo de materiales alternativos al plástico, la mejora de los marcos legales de los recursos genéticos marinos y el fin de las subvenciones a los sectores más contaminantes con el mar.
También piden que los gobernantes se animen a repensar todas las actividades humanas que pueden dañar las profundidades oceánicas, “como la extracción de petróleo y gas, la pesca de arrastre de fondo, la minería de aguas profundas y la extracción del dióxido de carbono marino (mCDR)”.
Sobre esta técnica en desarrollo, los científicos piden que se midan sus “riesgos, eficacia, beneficios colaterales y repercusiones sociales” antes de una implantación a gran escala.
Otras peticiones hablan de la creación de modelos climáticos mejorados, el fin de la pesca ilegal, el fomento de la colaboración con el sector sanitario o el impulso de actividades regenerativas en el turismo costero.
Una participación equitativa
Durante el congreso, numerosas ponencias aludieron al acceso desigual de países y comunidades a la investigación sobre el océano y a sus resultados.
Los científicos subrayan que “la exploración de los fondos marinos, la ciencia y la tecnología han estado controladas predominantemente por países económicamente avanzados”.
“Es necesario transformar el enfoque de la ciencia de las profundidades oceánicas para pasar de una inclusión superficial a prácticas equitativas, justas e integradoras”, señalan.
En el mismo sentido, piden que se implique en la toma de decisiones a voces “tradicionalmente excluidas”, como las comunidades costeras, los países del sur global o los jóvenes.
Descarbonizar el transporte
El documento final del congreso dedica un amplio apartado a los problemas derivados del transporte marítimo. Los participantes piden a las administraciones “tecnologías alternativas para apoyar el diseño innovador de buques, desde la construcción hasta el desmantelamiento”, así como “buques autónomos de bajo impacto” y “la planificación y el trazado eficientes de los viajes”.
Hay que desarrollar, sostienen, “sistemas de seguimiento, notificación y verificación de las emisiones procedentes del transporte marítimo que integren la tecnología por satélite y la teledetección”.
Ponen asimismo su atención en los puertos, cuyas infraestructuras necesitan una mejora para apoyar la pretendida descarbonización.
Los científicos también se miran a sí mismos al apoyar “el uso de combustibles, tecnologías de propulsión y sistemas alternativos para las flotas oceanográficas”.
“El uso de equipos pesados y el alojamiento de los equipos científicos” debe equilibrarse, dicen, “con el uso de equipos autónomos y la alternancia de las fases de tránsito y de trabajo, para reducir el impacto medioambiental”.
Acelerar la aprobación del Tratado de Alta Mar, avanzar en la protección del 30 % de las zonas marinas y limitar el aumento de temperaturas a 1,5 grados, siguiendo el Acuerdo de París, figuran también entre las recomendaciones.
“Sabemos cómo proteger el océano, pero la aplicación global de estas soluciones ya comprobadas es tremendamente insuficiente”, ha asegurado Jean-Pierre Gatuso, también copresidente del comité científico.
Llamada urgente a proteger los corales
El congreso ha publicado asimismo “una llamada urgente” para la protección y recuperación de las barreras de coral, ante el “riesgo grave de una pérdida catastrófica”.
Urge, señalan, “eliminar presiones locales como la contaminación, la sobrepesca, la sedimentación y el daño físico” a esos ecosistemas.
“Conminamos a los líderes mundiales a actuar sin dilación”, añaden.
La tercera Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre los Océanos se celebrará del 9 al 13 de junio, con asistencia de jefes de Estado y de Gobierno de todo el planeta. EFE
