Uno de los momentos cúspide, al final del nuevo largometraje Calle 232, preestreno del 30 de agosto en el cine Chaplin, está reforzado por una de las más hermosas canciones de Silvio Rodríguez: “Monólogo”. Película y canción comparten el tema de la vejez que declina, del anciano que recuerda con nostalgia el pasado, y además toca la relación posible de este tipo de personajes con los jóvenes que están entrando en la vida profesional, plenos de fuerza y de sueños.
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Calle 232 es la más reciente película de Rudy Mora, cuenta con producción de Adriana Moya, y cuenta la la historia de Atila Romero, un destacado cineasta de avanzada edad cuya salud se deteriora al manifestarse una enfermedad degenerativa. El protagónico está interpretado por Jorge Alí, mientras que el joven que se encarga de cuidarlo, contra viento y marea, está a cargo de Luis Ángel Batista. También cuentan con papeles importantes Isabel Santos, Andrea Doimeadiós, Laura Moras, Yudexi de la Torre y Reytel Oro.
Además de la importancia de la participación musical de Silvio Rodríguez en Calle 232, el cantautor protagoniza el último episodio de la serie documental Ruta ADN Cuba, que está de estreno actualmente en los cines habaneros, y que explora, a través de seis largometrajes documentales la identidad cultural, racial y ancestral del pueblo cubano a través de seis protagonistas cuidadosamente elegidos.
La serie, dirigida por Alejandro Gil, indaga en los orígenes, en lo que ha sido tu vida, a los lugares donde vivieron tu familia y tú, según expresó en conferencia de prensa Silvio, quien también colaboró con la música de este sexto capítulo. Debe decirse que por la serie desfilaron no solo el cantautor Silvio Rodríguez, sino también el actor Osvaldo Doimeadiós, la deportista Mireya Luis, la investigadora Zuleica Romay, el pintor Roberto Diago y el antropólogo Nelson Aboy. El capítulo dedicado a Silvio cierra la serie.
El cine cubano siempre manifestó su predilección por las canciones de Silvio. Desde 1969, formó parte de los fundadores del Grupo de Experimentación Sonora (GES) del ICAIC, que se especializó en la banda sonora de películas cubanas. En ese marco compuso e interpretó canciones que aparecían, primero, en documentales importantes como Columna Juvenil del Centenario (1970, Miguel Torres) en el cual se escucha la preciosa “El rey de las flores”; Cuba va (1971, Félix Green), en el cual se le escucha cantando, junto a Pablo Milanés y Noel Nicola, el tema homónimo; y No tenemos derecho a esperar (1972, Rogelio París) que utiliza en su banda sonora “Canción de la Nueva Escuela”.
En 1971, Silvio le entregó a Sara Gónzález “Un hombre se levanta”, tema de la popularísima teleserie Los comandos del silencio (1971, Eduardo Moya) y dos importantes canciones sirvieron de tema a los largometrajes más populares en la década de los años setenta: El hombre de Maisinicú (1974, Manuel Pérez) y Elpidio Valdés (1979, Juan Padrón). Una y otra demarcan a la perfección lo que en cine los musicalizadores suelen llamar “tema de un personaje” o leit motiv.
Los años setenta representaron también la consagración del movimiento de la Nueva Trova, con Silvio Rodríguez en posición de liderazgo, aunque varios documentales del ICAIC continuaron utilizando sus canciones como el Noticiero ICAIC Latinoamericano, y Crónica de una victoria (1975, Fernando Pérez) y en ambos se escuchó “Preludio de Girón”, más conocida como Nadie se va a morir.
A partir de 1974, Silvio comenzó a grabar discos en solitario, y el documentalista Víctor Casaus, consciente de la enorme popularidad nacional e internacional conquistada por los álbumes Rabo de nube y Unicornio, le dedica el documental Que levante la mano la guitarra (1983) grabado en un concierto en Casa de las Américas. Ese mismo año se estrena en Argentina Darse cuenta, de Alejandro Doria, un estremecedor melodrama todo el tiempo escoltado por diferentes estrofas de “La maza”, una de sus canciones más populares en el Cono Sur de América.
En 1985, Silvio participa del making of del disco Querido Pablo, de Pablo Milanés, y poco después, compuso y cantó “Blancanieves”, para que sirviera de tema fundacional a la EICTV, de San Antonio de los Baños, el pueblo natal del cantautor. En 1987, se realiza el largometraje musical Yo soy de donde hay un río, coproducción cubano-española dirigida por Eduardo Toral de corte biográfico.
Ya en los años noventa, el realizador argentino Rolando Pardo lo dirige en el video musical “Alas de colibrí” (1998) que obtuvo gran resonancia nacional e internacional, y dos años después Lourdes de los Santos realiza Estado de gracia, una larga entrevista con el cantautor. En 2002, la realizadora mencionada vuelve a entrevistarlo para De mi alma, recuerdos (2002) sobre la Nueva Trova. Y en Suite Habana (2003, Fernando Pérez) uno de los grandes poetas que ha dado este país aparece cantando “Mariposas”, dentro de una suerte de antología de canciones cubanas que ofrece ese documental, junto con “La tarde”, de Sindo Garay, y “Quiéreme mucho”, de Gonzalo Roig.
En 2006, René Arencibia registra la entrevista con Alfredo Guevara en Puede no ser o ser: Silvio Rodríguez, de la Serie Persona y Pensamiento, y luego es la figura central de dos documentales de Alejandro Ramírez, Hombres sobre cubierta (2008) y Canción de barrio (2014), el primero sobre su viaje a bordo del Playa Girón, que tatuaría su vida y su obra, y el segundo a propósito de una extensa gira por los barrios más necesitados de la ciudad de La Habana, una gira que se inició a finales de 2010, y que dura alrededor de una década.
En 2008 Silvio participó, junto con Leo Brouwer, Frank Fernández, Miriam Ramos, y Marta Valdés, entre otros muchos artistas, en el documental Nos queda su canción, dirigido por Carlos E. León y dedicado a la vida y obra de Noel Nicola. “Jugábamos a Dios” se escucha en la secuencia de créditos del filme Afinidades (2010) dirigido por Jorge Perugorría y Vladimir Cruz, y en 2012, varias de sus canciones, cantadas por niños-actores de La Colmenita, hicieron parte del largometraje de ficción Y sin embargo, dirigido también por Rudy Mora, que ha vuelto ahora a trabajar con canciones de Silvio.
El célebre cantautor es también uno de los principales entrevistados y protagonistas del documental Hay un grupo que dice… (2013, Lourdes Prieto) sobre el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, y le puso música al largometraje animado Meñique, de Ernesto Padrón, mientras que Me va la vida en ello, de Luis Eduardo Aute, cantada por Silvio, es tema principal de La espuma de los días (Fernando Timossi).
En 2022 Silvio Rodríguez recibió el Premio Coral de Honor del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, por su contribución fundamental a la banda sonora de grandes películas del cine cubano.
Joel del Río
Cubacine / Icaic