Sergio Sarita Valdez 

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!

Recientemente, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, su Escuela de Derecho y su división de Postgrado y Educación Permanente, llevó a cabo un panel titulado: Ciencias Forenses e Investigación Criminal desde la Perspectiva del Nuevo Código Penal.

Publicidad

La profesional del Derecho, Lcda. Última Viviana Santana, coordinadora de la Maestría en Ciencias Forenses e Investigación Criminal, nos cursó una invitación para participar como panelista. Los otros panelistas fueron los doctores Ricardo de la Cruz, Héctor Guerrero Heredia, Kattys Gómez y el licenciado coronel de la Policía Nacional, Isaías Tamarez.

En dicho evento, se analizaron los principales cambios que introduce el nuevo Código Penal en materia de la teoría jurídica del delito, la investigación criminal, las pericias psiquiátricas y la medicina forense. Aprovechando la coyuntura académica, relatamos de modo breve el tránsito histórico de la Medicina Forense en la República Dominicana y su nivel de desarrollo en comparación con el de una nación como la República de Panamá. Hicimos hincapié en la necesidad de incorporar de modo rutinario la tecnología estándar, como son los estudios de imágenes y las técnicas moleculares de laboratorio. De igual modo, resaltamos la importancia de la integración de la inteligencia artificial en la analítica e interpretación de las pruebas periciales. Insistimos en la necesidad de que el Estado provea los recursos financieros necesarios para adquirir los equipos modernos que permitan obtener información precisa, lo que a su vez posibilitará interpretar con fidelidad las evidencias para lograr una administración de justicia basada en la verdad científica.

. Es de conocimiento general el auge del delito en nuestro país, con un arcoíris de variedades, algunas de las cuales tienen como caldo de cultivo la informática, que facilita la efectividad de la violencia criminal. Desde la plataforma de Internet, las redes sociales facilitan y potencian la criminalidad. Las nuevas tecnologías no contienen ética; son los usuarios quienes pueden hacer buen o mal uso de ellas. Otro ejemplo lo tenemos con la inteligencia artificial: este sistema, basado en el cálculo algorítmico rápido, puede darnos resultados lógicos a partir de los millones de datos que es capaz de analizar en segundos. La accesibilidad a la resonancia magnética para escanear cadáveres permite demostrar alteraciones corporales que fácilmente podrían pasarse por alto en la autopsia ordinaria. Los equipos para pruebas moleculares son capaces de detectar nanogramos de una sustancia tóxica, evitando de esa manera los falsos negativos.

Debemos hacer los esfuerzos necesarios para modernizar los instrumentos en la labor científica. Ello permitiría mayor precisión y certeza en el peritaje médico legal. En la aldea global, el retraso tecnológico impide dar las respuestas pertinentes que el nuevo Código Penal estará demandando. Para ello, debemos contar con los recursos humanos capacitados, junto con las herramientas tecnológicas disponibles en el mundo desarrollado. Aprovechemos la presente coyuntura para dar el salto cualitativo en la prevención del delito, la condena oportuna del mismo con un aparato de Justicia ágil y oportuno.