Nueva York.. El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, agradeció este martes la “honestidad” del Departamento de Justicia de la Administración Trump tras conocerse que pronto retirará los cargos federales de corrupción contra él.
“Conciudadanos neoyorquinos: como quizás han oído, el Departamento de Justicia ha ordenado que se retire el caso en mi contra, finalmente acabando una telenovela que se ha alargado meses y que nos ha sometido a mí, mi familia y a esta ciudad a un calvario innecesario”, declaró Adams, un expolicía convertido en político.
El lunes por la noche trascendió un memorando interno en el que número dos de la Justicia de EE.UU., Emil Bove, que es el antiguo abogado personal de Trump, ordenaba a los fiscales del caso contra Adams retirarle los cargos cuanto antes porque “interfieren” en su trabajo como alcalde.
Bove señaló específicamente que Adams no puede “dedicar total atención y recursos a la inmigración ilegal y a los delitos violentos” que la Administración Trump achaca al anterior presidente demócrata Joe Biden, y aludió a las deportaciones masivas prometidas por Trump.
La inmigración ha marcado el mandato del alcalde, pues Nueva York acogió una oleada en su sistema público -alojamientos, escuelas y alimentación- durante dos años, siendo la mayoría de beneficiarios latinoamericanos, pero ha ido endureciendo sus políticas y hoy se enorgulleció de “mover” y “sacar” de la red local a más de 185.000 inmigrantes.
Adams fue acusado en septiembre de 2024 de soborno, fraude electrónico y conspiración relacionada con contribuciones extranjeras a su campaña electoral y encaraba un juicio en abril, fecha cercana al proceso de primarias demócrata en el que aspira a mantener la alcaldía, aunque su popularidad está ahora en horas muy bajas.
Los cargos abarcaban una década, antes y después de que fuera electo alcalde en 2021, e incluían haber aceptado gratis o a bajo precio viajes y alojamientos de lujo a cambio de favores al Gobierno de Turquía y a empresarios de ese país que donaron dinero a su campaña.
Un sospechoso acercamiento a Trump
El político, que mantuvo su inocencia, atribuyó las acusaciones a una persecución del Gobierno de Biden por haber criticado sus políticas de inmigración, lo que le llevó a ganarse la simpatía de Trump, quien lo pintó como otra víctima de la “caza de brujas” de los demócratas.
Durante las pesquisas a Adams han sido varios los altos cargos de su administración que han renunciado, como el jefe de la Policía, Edward Cabán, y en las horas más bajas de popularidad de Adams ‘resucitó’ como favorito a sucederle el exgobernador del estado, Andrew Cuomo, apartado de la política por un escándalo de acoso sexual.
Adams asistió a la investidura de Trump pese a su afiliación demócrata y poco antes de la toma de posesión visitó al mandatario en su residencia de Mar-a-Lago para hablar, entre otras cosas, de seguridad e inmigración, pero negó haber tratado sus problemas judiciales con este.
Hoy, virtualmente libre de los cargos, declaró su alivio por superar “los 15 meses más difíciles” de su vida, insistió en que nunca infringió la ley ni pidió que nadie lo hiciera, y se jactó de que “las amenazas sin base de nuevos cargos y nuevas pruebas de los fiscales nunca se materializaron”.
Y, defendiendo su gestión de varios temas que preocupan a los ciudadanos, desde la delincuencia hasta la vivienda asequible, aseguró que seguirá dedicado a Nueva York para “restaurar la fe de quienes la han perdido en mí, y así será como premie la fe de quienes creyeron en mí hace cuatro años”.