José Rafael Sosa
Ayer viernes 8, fue el bautismo de masas de la XXVI Feria Internacional del Libro. El registro de la FILSD 2024 indica que llegaron al recinto ferial, 58 escuelas y colegios, centenares, miles de lectores y público familiar.
El evento literario y cultural fue premiado con la presencia de gente interesada de todo tipo, tomando su carácter masivo, del cual se espera se refuerce este fin de semana cuando ya no habrá presencia de escuelas y colegios y que el público será más orientado a los simples lectores, a familias (para cuyas criaturas se oferta el Pabellón Infantil)
El diseño de los espacios de la feria se ha mejorado, es mucho más amigable, (aun cuando mejorable todavía con vistas a otras ferias en el futuro)
El recorrido de este viernes deja muchas observaciones:
Pabellón de Editoras con notable oferta, en el cual exponen y venden libros:
Editora Nacional – que se encuentra al centro y de frente cuando se penetra al espacio y que resalta ahora por la calidad de los títulos que oferta a muy bajos precios. Este punto ofrece un amigable y amplio espacio, incluso con muebles para facilitar el intercambio. Ayer estaban allí estores y gestores culturales importantes. Oferta, entre otros títulos: Nuevas aguas de dos ríos (Rhina Espaillat en español) presentado por César Sánchez Beras; La tristeza sin fin de ser poeta (Chiqui Vicioso); Good morning, Mr. Morrison (Mateo Morrison) y La inquietud del ala (poesía de Carmen Natalia Martínez, selección y prólogo de Angela Hernández), todos impresos por Amigo del Hogar.
Editorial Planeta (con el libro de Castro Caycedo, y todos los de García Márquez, incluyendo el más reciente (En verano nos vemos).
Centro Bonó con notable oferta de los libros de temática social, teológico, impresos por los Misioneros del Sagrado Corazón (Jesuitas) en la imprenta del país (Amigo del Hogar) y en especial de cine, entre los que se destaca la edición tapa dura de Historia de un sueño importado (José Luis Sáez).
Pabellón de librerías una especie de corazón libreril de la feria, donde acontece ese encuentro de lectores y expositores que se han dedicado a gestionar que la mercancía libro, llegue a las manos que los necesitan.
El ambiente climatizado y el diseño resguarda libros y personas de las lluvias que cada tanta hora. Las ventas se iniciaron con buen ritmo. Se destacan los módulos y “stands” de:
5 más tres (de autores de cuentos), un conjunto de narradores que tienen un interesante oferta narrativa a la izquierda en entrada del Pabellón de libreros
René Fortunato, con su oferta de libros de cine, Escuela de autoras, interesante punto en el cual escritoras y público intercambian de forma efectiva;
Bibliodom, de un librero, Víctor Santos, un superviviente de crisis de salud y el decaimiento financiero de las librerías,
Editorial Alas, con la producción de libros de muchos autores nacionales, incluyendo los de José Rafael Sosa:
Librería Miguel Pichardo, con libros viejos y actuales a muy buen precio.
La Trinitaria, especializada en libros de autores nacionales y punto de apoyo fundamental para el mundo escritural nacional. Es creación de Virtudes Uribe, hija del lingüista Max Uribe, decana de los libreros en el país.
Intercambio de Libros, un puesto en el centro del pabellón y del ministerio de Cultura, en el proyecto mundial Pequeñas Bibliotecas Libres. (https://littlefreelibrary-org.)
Asodolibro, donde Clara Quiñones, quien fuera compañera del gestor librero Denis Peña, María Luisa Trejo Libros, una bibliotecóloga profesional que se dedicó al ofertar los libros con 33 años de participación ininterrumpida, todo un ejemplo de amor al libro.
Pabellón del Comic, uno de los de mayor aceptación por la juventud y niñez. Es de extraordinario su diseño, su exposición y su programa. Se encuentra el lector con un estudio sobre los mitos y leyendas del campo dominicano titulado Diario de Don Eurípides, realizado y diseñado por Jorge Pérez y con la dirección editorial de Jordany Solano.
Carretón del libro, proyecto auspiciado por el Banco Popular Dominicano, que se encuentra al aire libre en una de calles más transitadas (cerca del Pabellón del Comic y de las oficinas centrales de la Feria del Libro, en el cual no se venden libros sino que los prestan por dos semanas, al cabo de las cuales el libro debe ser devuelto
Centro Cultural Banreservas, con magnífico espacio amigable en el Museo de Historia Natural, con un notable programa de actividades y exposición de la impresionante producción editorial, auspicia una serie de conversatorios cada noche en el Bar del Teatro Nacional sobre 7 días con el pueblo, en su cincuentenario, además de talleres y charlas para niñez y juventud sobre ahorro y literatura. Daremos, el lunes, más detalles de su programa completo.
