José Rafael Sosa
¿Cuántas veces será necesario proclamarlo: el teatro es la vida, y la vida, ¡el teatro!
¿Cuántas oportunidades se tienen del ese sabor único: volver a ser partícipes del intercambio, ese que transcurre cara a cara, respiro a respiro, aliento a aliento, ¿vividos entre artistas y público y llega el punto en el cual ambos danzan en torno a la reflexión temática de hechos o personajes reales o imaginarios?
El gallo, espectáculo unipersonal, iniciativa escénica sin precedentes, expone un personaje histórico contemporáneo, Joaquín Balaguer, para navegar en las honduras psicológicas, sociales y políticas que plantea la vida de este estadista o personaje del mal, de acuerdo a la óptica de cada quien.
Tragicomedia que nos seduce. Atrevimiento teatral inédito al estudiar parte viva de la historia dominicana contemporánea. gesto artístico inusual e históricamente válido y necesario aun cuando acusa parcialidades.
El texto de Morla
Balaguer es inabarcable. La obra es un expresivo de sus esencias y logra un periplo crítico sobre las actuaciones del personaje, aun cuando el recorrido no es completo, al centrarse en los 12 años de su primer periodo, caracterizado por la crueldad represiva de su régimen, su actitud cómplice en crímenes de Estado y su inclinación a refugiarse en la escritura como forma de dar permanencia al pensamiento.
El texto dramatúrgico de Rafael Morla está dotado de consistencia y belleza, logra giros poéticos de indudable impecabilidad, logrando convivir con la violencia política que describe, junto a las ansias de perpetuidad histórica del personaje.
El panorama situacional no es completo. De Balaguer faltan actitudes y episodios que protagonizó y que no aparecen en el trabajo, porque se enfoca en los 12 años y no en los 8 posteriores., en los cuales hizo un gobierno distinto.
Está ausente el otro Balaguer: el que se ocupó de crear los parques nacionales y las reservas naturales, el de las leyes agrarias, el negado a tomar un centavo prestado para construir obras de trascendencia, el defensor del ambiente, el que legalizó partidos comunistas. Pero es una obra de teatro, no una clase de historia.
Quien escribe fue de los entonces jóvenes que lucharon en las calles contra el gobierno que encabezo 1966-1978, fue agredido y apresado y encarcelado por sus agentes secretos y sus cascos negros (Mazambula incluído) y bregó con las bombas lacrimógenas contra las masas universitarias que pedían el medio millón a la UASD.
Era un Balaguer represivo y sangriento, sin dudas, pero Morla se ocupa de dar matiz estético a esos episodios y presentarlos con brillantez en uso de la palabra, inocularles un aliento poético y lograr un tamiz provocador del drama y el humor.
La actuación de Cruz
A Francis Cruz lo conocimos haciendo vaudeville en Teatro Las Máscaras, harán ya 15 o más años, la mitad del tiempo que conforma su carrera de teatro y, más recientemente, en Cine.
Entonces era un actor delgado, vivaz, con gran manejo de la voz y la versatilidad corporal, pero faltaba perfección técnica y estaban por ajustar algunas soluciones con que representaba los textos de humor que validaba.
El Francis Cruz que encontramos en El Gallo, es exponente de un excelente dominio de los matices de voz y la gestión corporal son parte de un espectáculo que marca al espectador.
El juego con los diversos matices de la voz (la íntima, la ceremonial, la descriptiva, además de los personajes alternos (todos hechos por Cruz) proporciona un universo sonoro que habla de entrega y disciplina escénica.
El desafío principal fue una dupla: dominar la voz singularmente retórica y transmitir con el movimiento corporal, el paso de los años que lo acercaba a su partida. Francis Cruz nos entrega una de sus mejores actuaciones.
La dirección de Rojas
Como espectáculo teatral, El Gallo es un complejo e intrincado desafío que vincula la proyección de imágenes sobre un telón que deliberadamente distorsiona lo visual, lo cual incrementa el efecto dramático.
El uso del video es efectivo y dinámico, aporte generoso de René Fortunato y Videocine Palau, a lo cual Rojas agrega una plataforma de música de época, un diseño de luces cargado de simbolismo y una utilería con un enorme sentido de recuperación de los gustos del personaje.
Fausto Rojas se luce como director que sabe lo que tiene entre manos y se destaca en ese rol.
El Gallo es un formidable atrevimiento teatral, bien librado, ejecutado con integridad escénica y que merece ser visto más de una vez
El Gallo: Ficha técnica
Autor: Rafael S. Morla
Dirección Escénica / Co-productor: Fausto Rojas
Promotor y Gestor Comercial: Tony Gómez
Idea y Producción General: Francis Cruz
Elenco: Francis Cruz
Escenografía: Tracke Stage (Angela Bernal)
Iluminación Escénica: Leonel del Valle
Diseño y Creación de Títeres: Ernesto López
Maquillaje: Francis de la Cruz
Vestuario: Caroll Maura
Creación de máscaras: Warde Brea
Linea Gráfica: Claudia Lizardo
Video publicitario: Fenelon Films
Voz comercial: Manuel Herrera
Fotografías: Mika Pasco
Sinopsis
“El Gallo” trata de pasajes íntimos del estadista, escritor, poeta, político y varias veces presidente de la República, el doctor Joaquín Balaguer, por primera vez en las tablas del teatro dominicano. Del lecho de muerte, al escritorio, escribiendo en su página en blanco, lo revelamos en su espejo, desvelando sus intimidades y desafíos, contrastando las luces y sombras del enigmático hombre de poder, nacido en RD, que gobernó el país por 22 años y quien sirvió durante tres décadas a la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina.