Daniel García Santana
A propósito de la sequía que afecta al país, se hace necesario concientizar y vigilar más el uso del agua, como está contemplado en el proyecto de Ley de Eficiencia Energética y Ahorros de Recursos aprobado recientemente por el Senado de la República.
Esa pieza legislativa contiene una serie de disposiciones que procuran controlar el uso de agua en el territorio nacional, entre ellas la comercialización de bombas sumergibles con capacidad superior a 2 kilovatios (KW) con autorización del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), luego de justificar su necesidad y una correcta instalación para su caudal.
También, ese proyecto contempla el control el ahorro del agua en piscinas. En ese sentido, el Departamento de Eficiencia Energética, a crearse por esa legislación, instruirá a los propietarios y administradores de hoteles, clubes y particulares acerca de las técnicas de tratamiento del agua, con la finalidad de que sea cambiada con la menor frecuencia posible.
El uso indiscriminado de agua en los lavaderos se busca prevenir con ese proyecto de Ley, el cual establece que esos negocios no estarán conectados a la red pública de agua, y se alimentarán a través bombas sumergibles, instaladas con los requisitos establecidos por la misma legislación.
Además, las autoridades locales en materia de agua regularán los permisos para el establecimiento de nuevos lavaderos de automóviles, con la finalidad que cumplan con todas las normativas contenidas en esa nueva legislación.
Aunque ese proyecto de Ley no lo contemple, las autoridades deben iniciar una fuerte lucha para evitar el desperdicio de agua en los lavaderos de vehículos improvisados que funcionan a la vista de todos en vías públicas del país.
Sea a través de las disposiciones de esa nueva legislación, si se cumple, o por la conciencia colectiva, todos los ciudadanos debemos comenzar a ver la importancia del agua, porque, sino lo hacemos, en poco tiempo nos puede faltar para la agricultura, la producción de energía eléctrica, beber, cocinar los alimentos, asearnos, limpiar y otras necesidades.
El autor es periodista, con 27 años de experiencia