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Una ciencia ficción ligera en 65: Al Borde de la Extinción

Humberto Almonte

Analista de Cine.-

La premisa de la que parte la ciencia ficción en este producto de entretenimiento es sencilla: seres humanos atrapados en un planeta lleno de dinosaurios y amenazado con la destrucción, así que la única opción de supervivencia es el escape de allí. En 65: Al Borde de la Extinción encontraremos todos los elementos del género que pueden entretener al espectador.    

¿Y cómo se captura la atención de las audiencias? Con una mezcla variopinta de elementos técnicos, narrativos y mercadológicos, pero lo más importante es lograr el balance preciso entre lo emocional y la acción; a partir de ahí se puede proceder como cuando rellenamos una pintura en la escuela, es decir, colocando cada elemento en su sitio como colocamos los colores en esos dibujos. 

La acción arranca  después de un catastrófico accidente en un planeta desconocido y el piloto Mills descubre rápidamente que realmente está varado en la Tierra… hace 65 millones de años. Ahora, con solo una oportunidad de rescate, Mills y la otra única superviviente, Koa, deberán abrirse camino a través del desconocido territorio plagado con peligrosas criaturas prehistóricas en una épica lucha por sobrevivir.

La dirección y el guion recaen en Scott Beck y Bryan Woods, la producción en Sam Raimi, y cuenta con un elenco compuesto por Adam Driver, Ariana Greenblatt, Chloe Coleman, Nika King  y la voz de Brian Dare. Su duración es de 93 minutos. 

65 es una película de ciencia ficción de manual, pero como todos sabemos o debemos suponer, la efectividad de una obra no se logra solo con medios técnicos ni acudiendo al pastiche de tópicos usuales del género; así pues sus creadores están o estaban obligados a construir un discurso en la frontera de lo realista y lo difuso, cosa que lograron de manera parcial.  

Bestias prehistóricas, meteoritos y supervivencia.

El inicio nos sitúa al astronauta Mills (Adam Driver) con su familia compuesta por su hija y su esposa, contextualizando la historia con elementos emocionales que luego servirán para apuntalar los aspectos de la acción. Esta parte funciona como un hasta luego ya que Mills emprenderá una misión supuestamente rutinaria. 

La lluvia de meteoritos que obliga al aterrizaje en un planeta desconocido es el primer punto de giro que impulsa el interés del espectador, pues el aterrizaje y posterior descubrimiento de la niña superviviente Koa (Ariana Greenblatt), agregan una capa de interés dramático a la trama.

Los puntos fuertes de 65 son el vínculo emocional que van estableciendo Mills y Koa y esa travesía salpicada de acción hacia la capsula de escape evadiendo criaturas peligrosas y obstáculos naturales, lo que produce como resultado una atmosfera que terminará convirtiéndose en empatía con el apoyo del buen ritmo cinematográfico que contiene. Driver saca a relucir en sus movimientos y actitudes lo aprendido en su vida militar como marine, lo que le agrega un extra en su participación. 

En esta aventura no encontraremos un recital actoral de parte de Driver ni de sus compañeros de elenco, y mucho menos de los dinosaurios, excepto en la muerte del último animal. Aquí se acude al uso de los útiles  personajes tipo, cuya función no es la del histrionismo sino de, valga la redundancia, llenar su personaje modelo y dotarlo de acción, todo esto a la mayor gloria del entretenimiento. 

A veces nos hemos quejado de los excesos de los efectos especiales, del CGI, pero en este caso asistimos al despliegue de una sorprendente tacañería en su uso, en una película cuyo género autorizaba una dosis generosa de este elemento técnico. Aquí nos sorprendieron y no gratamente pues al parecer estaban en un estricto plan de ahorro. 

Humanos vs dinosaurios.

Creemos que dentro de lo más flojo está ese prologo en exceso  de duración, pudiendo acortarsepues esa dilatación no agregó mayor interés. A la historia, siendo correcta, le faltó una cierta substancia, pues aunque entretiene y lo hace bien, no termina de convencernos aunque con esto no estamos pidiendo las profundidades de 2001: Odisea del Espacio pero si la buena narrativa de Alien, recordando que no solo de acción y tópicos usuales vive la ciencia ficción. 

65: Al Borde de la Extinción de Scott Beck y Bryan Woods es una entretenida aventura de ciencia ficción sin mayores pretensiones, que se desarrolla en una tierra prehistórica. Con una ritmicidad y una atmósfera adecuadas, cumple su función de evadirnos de la realidad con una historia llena de animales feroces, meteoritos y relaciones que tocan lo emocional. 

 

 

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