Alberto Quezada
La seguridad aeroportuaria en la República Dominicana según nos hemos enterado anda manga por hombro en la actual coyuntura. Cada día que pasa su deterioro es progresivo, independientemente de los argumentos justificativos que hicieran recientemente las autoridades que gestionan esa área.
Las informaciones que le han llegado a este periodista por distintas vías pintan un cuadro preocupante que de no ponérsele atención y actuar con celeridad, pie de plomo y cabeza fría, cualquier día de estos el país amanecerá con un drástico descenso en su categoría conservada desde hace varios lustros.
Es una pena que un país como la República Dominicana que hace alrededor de 13 años era referente de buen manejo en materia de Aviación Civil, conforme a reportes de la Administración Federal de Aviación(FAA) de los Estados Unidos, hoy esté amenazada de ser bajada de categoría por su deterioro.
Para que ustedes tengan una idea del nivel de descuido y deterioro que se vive en esa área tan sensitiva, una fuente vinculada al sector me informó que, si en este momento el organismo regulador estadounidense hace una visita sorpresa a este territorio, el país quedaría muy mal parado.
Y que no me vengan con el ridículo y engañoso relato que dieron a conocer recientemente a la opinión pública los que están al frente del Instituto de Aviación Civil(IDAC), de que el sector de la Aviación Civil en el país está en su mejor momento, porque esa no es la realidad, la verdad es otra y muy distinta.
O también con la narrativa risible y politiquera de que en este momento la República Dominicana vive una etapa histórica por el flujo de turistas y pasajeros que entran y salen, cuando ellos saben bien que ese es apenas el componente comercial del tan delicado sector.
No es posible, por ejemplo, que se pretenda ocultar o minimizar algo tan perjudicial para el país, como qué del mes de noviembre del año 2022 a la fecha, se hayan producido tres eventos diferentes en vuelos dominicanos.
Tampoco, que distintas líneas aéreas estén deteniendo y suspendiendo vuelos de sus aeronaves por deficiencias técnicas y operacionales y que estas sean ignoradas de manera reiteradas por las incompetencias de las autoridades locales encargadas de velar por eso.
Asimismo, que se insista, no sabemos por cuales razones, motivos y circunstancias, mantener un interinato en la dirección del IDAC de una persona que, al decir de muchas personas en la institución y el sector, carece del expertí técnico especializado para manejar un área tan delicada, entre otros elementos preocupantes.
Finalmente, exhortamos a todos los actores que intervienen en el área y los tomadores de decisiones, con todo respecto, ponerle atención a lo que estamos planteando ya que se corre un riesgo peligroso.
