Rostyslav Averchuk
Leópolis (Ucrania).- Apenas 324 de los al menos 16.200 niños que se estima han sido deportados y retenidos por Rusia han regresado hasta ahora a Ucrania, mientras familias, fundaciones de voluntarios y el Estado tratan cada caso por separado a falta de un mecanismo único para su repatriación.
El problema fundamental es la falta de información sobre el paradero de los niños, explica a Efe Olga Yerokhina, responsable de prensa de la fundación humanitaria “Salvemos a Ucrania”.
“Rusia tiene la obligación de proporcionar las listas de los menores que retiene. No lo han hecho. En algunos casos, los niños son trasladados a través de Rusia sin que sus familiares sepan dónde están”, explicó.
Sólo una mínima parte de ellos han podido regresar. Sus familiares tienen que superar costosos viajes de varios días, desde Ucrania hasta lugares dispersos por toda Rusia, hasta recuperar a esos menores.
“Salvar a Ucrania” ayuda a organizar el transporte, proporciona asistencia jurídica y asume el coste del viaje, que suele ser prohibitivo para quienes perdieron sus hogares y fuente de ingresos con la invasión rusa. La organización ya ha ayudado a recuperar a 61 niños.
Un grupo de 17 regresó de Rusia con sus familias el miércoles. Todos ellos habían sido trasladados a Rusia desde zonas ocupadas por sus tropas en las regiones de Jarkov y Jersón.
Tras la recuperación de esas zonas por el ejército ucraniano el pasado otoño, los rusos se negaron a su regreso. Uno de los niños declaró a su llegada al medio de comunicación local “Grunt” que les pegaban sistemáticamente por expresar posiciones pro-ucranianas. Aseguró que les amenazaban: “Los rusos dijeron que nos darían en adopción”.
Llegaron a mentirle diciéndole que sus padres “se negaban a que volviera”. Cuando su madre se puso en contacto con la directora del campo ruso donde estaban recluidos, ésta le respondió: “De todos modos, no podrá recuperarlos. Estos niños son ahora de Rusia”.
La fundación ha estado documentando estos casos y entregándolos a la Corte Penal Internacional.
“La cifra de 16.210 niños deportados sólo se refiere a los casos documentados”, explicó Daria Gerasymchuk, comisaria ucraniana de Derechos del Niño, en una entrevista al canal en ucraniano de la televisión internacional alemana Deutsche Welle.
La comisaria subrayó que una parte considerable de Ucrania sigue ocupada, por lo que es difícil concretar esa cifra.
El secuestro de esos menores puede adoptar varias formas: algunos son deportados tras ser separados de sus padres, por la muerte de éstos o por encontrarse en orfanatos. También se ha presionado a habitantes de las regiones ocupadas para que envíen a sus hijos “a un lugar seguro” en “campamentos de verano”, según Gerasymchuk.
La comisaria considera que Rusia pretende utilizar a los niños para “repoblar su nación”: “Todas sus acciones indican que no planean devolver a los niños. La Federación Rusa les ha facilitado los trámites de adopción y cambio de ciudadanía”, afirmó.
Gerasymchuk afirmó que un gran equipo está trabajando para recuperar a los niños, sin revelar ningún detalle, ruta o escenario. “Si discutimos siquiera un escenario, la próxima vez no funcionará”.
Yerokhina señaló a EFE que una enorme repercusión internacional que ha adoptado el asunto parece haber mejorado ligeramente la situación.
“Antes, los rusos sólo entregaban a los niños a uno de sus progenitores. No bastaba con la autorización notarial de uno de ellos o la presencia de otro familiar, lo que en muchos casos hizo imposible la devolución de los niños. En nuestra última misión accedieron a que algunos de los niños regresaran a Ucrania con nuestro equipo”, explica.
El equipo de “Salvamos Ucrania” espera que la iniciativa anunciada ayer por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ayude a miles de niños ucranianos deportados a regresar a su país.
Von der Leyen y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunciaron ayer la organización de una conferencia para ayudar a localizar a los 16.200 niños ucranianos deportados por Rusia. El objetivo de la iniciativa es ayudar a los organismos internacionales a obtener información sobre estos niños, incluidos los que tras ser deportados fueron adoptados o transferidos a familias de acogida rusas. EFE