Rosel Fernández Lerebours
La naturaleza ha sido muy generosa con el hombre en su proceso de desarrollo a través de los años. Pero todo tiene un límite, y ha sido tan grande la agresión al medio ambiente y sus recursos naturales, que la factura está llegando , en el contexto de que todo lo que se produce , se transforma, y se libera en la tierra aquí mismo se queda y de ahí resultan: el cambio climático , el fenómeno del niño, calor y frio excesivos a destiempo y fuera de zonas , temporadas ciclónicas intensas , inundaciones, sequias, el aumento y traslado del sargazo, el famoso polvo del Sahara cuyas partículas circulan desde miles de kilómetros atravesando el océano atlántico ocasionando más daños que beneficios al provocar problemas en la salud a nivel dermatológico y respiratorios , con crisis asmática, agudizándose más el calor en la zona que cubre.
Las altas temperaturas de estos días pueden provocar el fenómeno llamado golpe de calor principalmente en niños y ancianos, pero cualquier persona puede ser presa fácil, si se abusa de ambientes a pleno sol entre 10 y 4 de la tarde o lugares cerrados y pocos ventilados. En el paciente afectado se presentan síntomas como, mareos, náuseas, vómitos, sensación de asfixia y que se está quemando, cefalea, problema visual, alteración de la presión arterial, debilidad y dolor muscular llegando en extremo a un coma y hasta muerte.
No se queda atrás la presencia incómoda en nuestras costas, del horrible sargazo, que rompe la armonía azul de las aguas, expresando una vez más la agresión de los medios de donde normalmente se encuentra, y atravesando océanos y mares lejanos declara, en una mezcla de algas, restos de crustáceos y desechos marinos, que la tierra está en crisis y que ningún daño se queda atrapado y localizado, sino lo contrario se globaliza y ya hemos tenido pruebas suficientes con el COVID-19.
Por el momento, nos queda aplicar las medidas preventivas inmediatas, en medio del calor buscar ambientes frescos, evitar exposición al sol en las horas criticas e hidratación. Si se torna muy densa la concentración del polvo del Sahara y se tiene alguna condición de salud respiratoria se debe usar mascarilla. En cuanto al sargazo, evitar baños en las playas donde esté presente y no merodear alrededor del mismo ya que puede liberar olores y vapores que afectan el sistema respiratoria y a la piel.
¡La tierra grita su crisis!