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Terror de múltiples raíces culturales en La Maldición: El Despertar de los Muertos

Humberto Almonte

Analista de Cine

Los productos cinematográficos de terror que logran llamar la atención de los espectadores son aquellos afincados en los temores ancestrales. A partir de ahí intentan convencernos explotando esos miedos que aún habitan en las profundidades psíquicas de los humanos actuales, algo que La Maldición: El Despertar de los Muertos, (The Cursed: Dead Man’s Prey / Bangbeob: Jaechaui) logra de una forma parcial. 

La trama se centra en el cuerpo de un sospechoso asesinato,  que se descubre junto al de la víctima en la escena del crimen. Sin embargo, resulta ser el cadáver de una persona que murió tres meses atrás, hecho que desata una exhaustiva investigación.  Mientras tanto, una periodista de investigación, Im Jin- hee, recibe la llamada de un oyente al tiempo que aparece en un programa de radio. La persona que lo llama afirma ser el culpable del misterioso asesinato y le pide a Jin -hee que lo entreviste en cámara en vivo. Con la policía en estado de alerta y la presencia de un público entusiasta, el hombre concurre a la entrevista, como le prometieron. Advierte que habrá tres asesinatos más, que serán cometidos por… cadáveres resucitados.

Las leyendas coreanas e indonesias sobre zombis se encuentran en  La Maldición para proveerla de una base cultural e histórica que toca el nervio de los temores ancestrales, un marco en el cual descansa en parte su narrativa. Los chamanes y hechiceros de ambas culturas se enfrentan, no solamente a sí mismos, sino a las consecuencias de sus acciones

La dirección recae en Yong-wan Kim. El elenco lo componen Uhm Ji-won, Hyun Seung-Min, Jung Ji-so, Jung Moon-sung, Kim In-kwon, Ko Kyu-pil, Kwon Hae-hyo, Oh Yoon-ah, Lee Seol-hee, Park Chan-woo, Nam Yeon-woo, Jung Jae-Sung, Jeon Gook-hwan y la duración es de 110 minutos. 

El filme es un Spin-off de la serie coreana del 2020 Maldición (The Cursed / Bangbeob) y cuenta con el guion Sang-ho Yeon, director y guionista de Estacion Zombie (Seoul Station – 2016- ) quien vuelve a un tema que le es conocido, pero con la variante de unos zombis que al contrario de lo que solemos ver en sus contrapartes, gozan de una agilidad y habilidades verbales, además de estar manejados por una persona. 

Zombies vs corporativismo corrupto.

Se puede apreciar la acertada intencionalidad de dotar a este filme de un contexto social conflictivo y actualizado, lo que demuestra que la aversión de innumerables realizadores a contextualizar es un error, pues situar la acción en un ambiente difuso conduce muchas veces a una conexión igualmente difusa con el espectador. 

El realizador Yong-wan Kim acude a las leyendas y tradiciones de chamanes y zombis,, situando la acción en un marco histórico y fantástico que se dirige a diseccionar los procesos de la industria farmacéutica y sus métodos para desarrollar nuevos medicamentos sin detenerse demasiado en consideraciones éticas de ningún tipo. El  cóctel temático se redondea con la inclusión de los medios de comunicación y su influencia, las redes sociales, la inmigración y lo policial. 

La acuciosidad periodística de Im Jin Hee (Uhm Ji-won), la lleva a verse envuelta en el seguimiento de los extraños asesinatos dando pie a una investigación que terminará enfrentándose a los jaechaui (cadáveres que se han levantado de entre los muertos y pueden hablar) extremadamente agiles y peligrosos, a un chaman y a los manejos corruptos de un emporio farmacéutico coreano, todo ello en medio de persecuciones y fenómenos paranormales o inexplicables. 

Lo bien pensado de la variedad de elementos de La Maldición: El Despertar de los Muertos, no lo exime de un guion que acude a lugares comunes y a personajes con poca profundidad estructural o de actuaciones que no logran una conexión con el espectador, ni siquiera con su personaje principal, como lo es Im Jin- hee interpretado por Uhm Ji-won. Ni los atribulados y corruptos malvados del emporio  farmacéutico o la pareja de Jin-hee, el policía Jung Sung-joon (Jung Moon-sung), logran atraernos, aunque su hermana, la hechicera Baek So Jin (Jung Ji-so) es un personaje que sobresale ligeramente, pero el guion tampoco lo ayuda demasiado.  

El buen ritmo que consigue en base a su montaje hace que se mantenga el interés, al igual que una fotografía que descansa en movimientos agiles, buena composición y un adecuado contraste en la iluminación.  Estos elementos técnicos salvan a la película de hundirse en la indiferencia o de aburrir a la audiencia. 

Un terror toxico.

Los jaechaui constituyen un aporte novedoso al mundo de los zombis, pues además de los atributos que hemos resaltado, implican una vuelta de tuerca estética para darle al público un ángulo diferente en el tratamiento de viejos personajes, pues le agregan nuevos atributos. Otro punto que no se puede pasar por alto es la base cultural de estos jaechauis que se estructuran en base a aportes coreanos e indonesios. 

La Maldición: El Despertar de los Muertos (The Cursed: Dead Man’s Prey / Bangbeob: Jaechaui), dirigida por Yong-wan Kim con el guion de Sang-ho Yeon, es una película de terror que se apoya en leyendas de seres zombificados y los inserta en el ambiente de las corporaciones farmacéuticas y sus manejos reñidos con la ética, para componer una obra que sale a flote gracias a sus atributos técnicos y los ágiles zombis jaechauis con influencias culturales múltiples . 

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