PEORIA, Ariz. — Con un dulce golpe, Teoscar Hernández mostró exactamente por qué los Marineros lo cambiaron agresivamente al comienzo de la temporada baja y lo que aporta a una alineación que necesitaba más poder.
Hernández aplastó un jonrón masivo en su primer turno al bate durante la victoria del martes en la Liga Cactus sobre los Guardianes, bateando a 112 mph y despejando la vista del bateador en el jardín central. TrackMan no tenía la distancia, pero se podía ver a los fanáticos corriendo detrás de la pelota cerca del borde exterior del lugar, lo que significa que Hernández, quien se había perdido los dos juegos anteriores por dolor de espalda, casi abandonó el patio por completo.
El mánager de los Marineros, Scott Servais, está entrando en su octava primavera aquí, y dijo que fue una de las más masivas que ha visto.
“Al jardín central, no hay duda”, dijo Servais. “No creo que haya visto un golpe tan lejos”.
Fue una deslumbrante demostración de poder puro que podría ser una gran fuerza y una encarnación de algunos de los ajustes en los que Hernández ha trabajado en los últimos años, y aquellos que perfeccionó esta temporada baja con su nuevo compañero de equipo Julio Rodríguez y su entrenador de temporada baja, Yo Murphy, en House of Athlete en Tampa, Florida.
“Para mí, se trataba más de cómo usar mi cuerpo, cómo controlar más mi cuerpo y usarlo todo junto”, dijo Hernández sobre el entrenamiento. “No pensar en mi fuerza, pensar en [tener] más flexibilidad, cómo aflojar mi cuerpo y todo eso. Porque para mí, mi cuerpo es muy apretado”.
Puede que no tenga el poder estelar de Aaron Judge o su excompañero Vladimir Guerrero Jr., pero Hernández golpea la pelota tan fuerte como ellos. El año pasado, recortó .267/.316/.491 (.807 OPS) con 25 jonrones.
“Solo estoy tratando de minimizar el movimiento en mi swing”, dijo Hernández. “La forma en que llego a la pelota, solo estoy tratando de usar mi cuerpo. Sé que soy fuerte. Solo tengo que golpear la pelota. No necesito pensar en golpearlo fuerte. De esa manera, puedo estar más comprometido con los lanzamientos y controlar más la zona de strike”.
Aprovechar los movimientos del cuerpo fue un factor muy importante en el entrenamiento de Rodríguez con Murphy y en cómo se transformó de un prospecto regordete a un jugador de cinco herramientas de élite.
Pero fue simplemente acercarse lo que unió a los dos jugadores después de que los Marineros adquirieran a Hernández de Toronto en noviembre a cambio del relevista Erik Swanson y el prospecto lanzador zurdo Adam Macko. Rodríguez ya sabía que probablemente iba a ser compañero de equipo de Hernández jugando para la República Dominicana en el próximo Clásico Mundial de Béisbol , pero cuando se dio cuenta de que Hernández estaba entrenando solo durante el invierno, lo invitó a House of Athlete.
“Es un gran compañero de equipo”, dijo Rodríguez. “Súper divertido estar cerca, y él trabaja duro. … Viste lo que hizo en la postemporada contra nosotros, y tipos así, necesitamos tipos así en este equipo”.
La referencia de Rodríguez fue a los dos enormes jonrones que Hernández le pegó a Robbie Ray en el Juego 2 de la Serie de Comodines de la Liga Americana, ensombrecidos por el déficit histórico que superaron los Marineros para ganar y avanzar.
“Tuve varios [compañeros de equipo de Toronto que] dijeron que querían jugar contra Seattle”, recordó Hernández sobre la última postemporada. “Fui yo quien dijo, ‘No’. Vi el muy buen equipo que tienen. Sé que tienen un muy buen cuerpo de lanzadores, abridores y relevistas, y no quería enfrentarme a eso”.
El talento y el potencial de su nuevo entorno hicieron que dejar a otro equipo contendiente fuera más aceptable. Pero para un jugador que solo tiene contrato hasta 2023, ganando $14 millones en su último año de elegibilidad para el arbitraje , sus esfuerzos fuera del campo han sido notables. Hernández y el receptor Cal Raleigh fueron los únicos jugadores en la vista previa de prensa de los Entrenamientos de Primavera el mes pasado, y durante ese mismo viaje, visitaron un nuevo Centro de Entrenamiento de los Marineros para pasar una tarde entrenando a niños.
¿Qué hizo que se sintiera como en casa tan rápidamente?
“La gente”, dijo Hernández. “Cuando estás rodeado de personas que saben cómo permanecer unidas y saben cómo manejarse entre sí, creo que es cuando las relaciones se vuelven más y más cercanas. Siento que todos aquí están haciendo eso. … Esa es una de las cosas más importantes que veo aquí”.
Es posible que Hernández solo esté aquí por una temporada, especialmente dado que posiblemente sea el mejor bateador de poder que no se llame Shohei Ohtani en la clase de agente libre del próximo año, pero tiene la intención de aprovecharla al máximo.
