Luis Miguel Pascual
París.– El cuadro femenino de Roland Garros no tendrá la final soñada, entre la número 1, la polaca Iga Swiatek, y la número 2, la bielorrusa Aryna Sabalenka, que quedó apeada en semifinales por la sorprendente Karolina Muchova, que jugará por vez primera el partido definitivo en un Grand Slam.
La ventaja estará el sábado del lado de la polaca, que con su clasificación para la final y la eliminación de Sabalenka tiene garantizado mantener una semana más el número 1 del mundo.
A un día de conocer a los finalistas masculinos, se decidió la ronda de las cuatro mejores del torneo femenino, aunque mucha atención estuvo en las semifinales de este viernes, sobre todo la que enfrentará al español Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, contra el serbio Novak Djokovic, que busca su tercer Roland Garros para completar 23.
Al fin se vio batallar en este Roland Garros a Swiatek, que tuvo que emplearse a fondo para derrotar a la brasileña Beatriz Haddad, 14 del mundo, que dispuso de una bola para ganar el segundo set, pero se inclinó en dos, por 6-2 y 7-6 (7).
La polaca se vio obligada a jugar casi la mitad de tiempo que había pasado hasta ahora en la pista y perdió más de la mitad de los juegos que se había dejado en sus cinco primeros partidos.
Haddad le puso las cosas difíciles, sobre todo en el segundo set, que se fue hasta un apretado juego de desempate en el que la brasileña amagó con otra remontada, tras las tres que firmó camino a semifinales, su mejor actuación en un Grand Slam.
Pero la fuerza de la campeona apareció en los momentos decisivos para reponerse a la desventaja y lograr el pase a su tercera final en París, la cuarta en un Grand Slam. Swiatek no ha perdido ninguna.
Su rival será inesperada, una jugadora con la que nadie contaba al principio del torneo, pero que se ha clasificado para su primera final de un grande por méritos propios, dejando a dos top-10 fuera de juego y con un tenis de mucha calidad.
Muchova, la única de las cuatro semifinalistas que no era cabeza de serie, logró doblegar a una rival que parecía inalcanzable, la ganadora de último Abierto de Australia y del pasado torneo de Madrid.
Visto el duelo contra Sabalenka, se puede decir que Muchova no es una usurpadora en el momento decisivo del torneo, por la inteligencia táctica con la que supo desactivar el juego de la artillera bielorrusa, que había llegado hasta semifinales sin perder un set, pero que no supo desenredar el laberinto de la checa.
Engaña el ránking 43 de la jugadora de 26 años, que ha firmado una brillante temporada en la que alcanzó los cuartos en Auckland, Dubai e Indian Wells y que gracias a su actuación en París rondará el top-10, un salto de 140 puestos con respecto al que tenía a principios de año.
Muchova, admiradora ferviente de Roger Federer, sigue los pasos de Martina Navratilova y Barbora Krejcikova, las dos únicas checas que levantaron la Copa Suzanne Lenglen, pero también los de Lucie Safarova y Marketa Vondrousova, que llegaron a la final.
Aunque no partirá como favorita, Muchova ya no podrá esconder sus cartas y contra Swiatek tendrá que ir a cara descubierta, para afrontar a la mejor tenista del momento.
La checa tiene armas y un precedente favorable, ya que derrotó a la polaca en el único duelo previo, que data de 2019, cuando Swiatek tenía 16 años y se inclinó, tras ganar la primera manga, en el torneo de Praga.
Mucho ha cambiado la cosa desde entonces para ambas, pero sobre todo para la de Varsovia, convertida en la número 1 durante más de 60 semanas y con tres Grand Slam en sus arcas. EFE
