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Sin duda, Elly de la Cruz puso su sello en sus primeros tres juegos

Mark Sheldon

CINCINNATI — Fue un jueves por la tarde que vio a una estrella naciente enfrentarse a un futuro Salón de la Fama.

La primera incursión del novato y bateador ambidiestro de los Rojos, Elly de la Cruz, en el lado derecho de la caja de bateo en Grandes Ligas se produjo ante el gran zurdo de los Dodgers, Clayton Kershaw. Aunque el dominicano fue retado por Kershaw durante la derrota de Cincinnati por 6-0 ante Los Ángeles, De la Cruz selló su primera serie con un hit dentro del cuadro para irse de 11-4 con dos bases por bolas en tres partidos.

“Fue bueno. Tiene mucho camino por recorrer”, dijo el manager de los Rojos, David Bell. “Sé que vamos a hablar mucho de él, pero eso fue un gran comienzo. Fue bueno que sucedió aquí en Cincinnati.”

En la segunda entrada de una jornada del jueves en la que se fue de 4-1, De la Cruz conectó un batazo flojo en cuenta de 1-0 hacia el lado izquierdo de la segunda base. Mientras corría a todo motor hacia la primera, el intermedista de Los Ángeles, el cubano Miguel Vargas, hizo un tiro apresurado.

“Lo sabía desde el principio”, dijo De la Cruz. “Sabía que lo único que tenía que hacer era correr duro y llegar a primera”.

Vargas no tuvo posibilidades de retirar a De la Cruz, quien se embasó con un sencillo dentro del cuadro. Los Dodgers fueron afortunados de que el tiro desviado de Vargas no llegara hasta el dugout de Cincinnati y así darle la segunda base a De la Cruz.

Pero dos bateadores después, De la Cruz igual se la estafó.

Mientras Tyler Stephenson estaba en la caja de bateo mirando una curva con a la cuenta en 0-1, De la Cruz se echó a correr y se robó la segunda base fácilmente al deslizarse de cabeza, antes de que llegara el tiro del receptor Austin Barnes.

De esa manera, De la Cruz se convirtió en el segundo jugador en la historia de Grandes Ligas con un jonrón, un triple, un doble, un sencillo y una base robada en sus primeros tres partidos. El único otro que ha logrado dicha hazaña fue Bill Bruton de los Bravos de Milwaukee en 1953.

“¿Qué puedo decir? Simplemente trabajas y tratas de ver si llegan los resultados”, dijo De la Cruz acerca de su primera serie. “Vienes el día siguiente a tratar de hacer las cosas mejor que el día anterior”.

Los últimos tres turnos del quisqueyano terminaron en ponches, incluyendo dos ante Kershaw.

De igual manera, los Rojos han ganado tres de sus últimas cuatro series. Se notó un aumento en la intensidad de los fans en el Great American Ballpark. Aunque eso se debe en parte a la llegada de De la Cruz, el equipo también dejó tendidos a los Dodgers en los primeros dos juegos de la serie.

“Eso es algo que notamos y agradecemos”, dijo Bell. “Es algo que podemos usar a nuestro favor. A todo el mundo le gusta ser parte de una experiencia de mucha energía”.

Ahora los Rojos tratarán de mantener ese impulso durante una gira de 10 días y nueve juegos que los llevará a San Luis, Kansas City y Houston.

Es la primera vez que el show de De la Cruz se va de gira en Grandes Ligas. Cincinnati se ha beneficiado de la presencia de su mejor prospecto esta semana, pero la gira será una prueba mayor para los Rojos, que se encuentran en el tercer lugar de la División Central de la Liga Nacional y llevan récord de 22-19 desde el 24 de abril.

La novena de Cincinnati, que se encuentra empatada en el segundo lugar de Grandes Ligas con 19 victorias viniendo de atrás y también está empatada en el tercer lugar con tres equipos por la mayor cantidad de victorias dejando tendido al rival (cinco), han contado con aportes de todo el lineup, especialmente los jugadores jóvenes.

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