Washington. La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, reconoció ante un comité del Congreso que el intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
En una audiencia ante un comité de la Cámara de Representantes, Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
“El intento de asesinato del expresidente Donald Trump el 13 de julio es el mayor fallo operativo del Servicio Secreto en décadas”, dijo en sus declaraciones iniciales ante el comité, al que había sido citada por los republicanos que controlan la Cámara Baja.
La oposición republicana ha pedido la renuncia de Cheatle, al frente de la agencia encargada de la seguridad de Trump.
Trump fue herido de bala en una oreja mientras participaba en un mitin en Butler, Pensilvania. El tirador había trepado a un tejado a unos 140 metros del expresidente, aunque fuera del perímetro de seguridad.
Testigos habían alertado desde dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del agresor, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Durante la audiencia, los republicanos protestaron por la negativa de Cheatle de responder a la mayoría de sus preguntas alegando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer qué falló en el operativo.
El presidente del comité, el republicano, James Comer, preguntó a Cheatle: “¿El Servicio Secreto tuvo en algún momento un agente en el tejado?”, a lo que la directora respondió: “Estamos a solo nueve días de este incidente y aún hay una investigación en curso”.
“¿Puede explicar por qué no colocaron un agente en ese tejado?”, volvió a preguntar Comer, a lo que Cheatle respondió: “Todavía estamos investigando”.
Cheatle usó una respuesta similar para el demócrata de mayor rango en el comité, Jamie Raskin, que preguntó: “¿Cómo puede un joven de 20 años, con un fusil de asalto AR-15 de su padre, subirse a un tejado con una línea de visión directa de 150 yardas al podio del orador sin que el Servicio Secreto o la policía local lo detengan?”.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende el Servicio Secreto, anunció este domingo el inicio por orden del presidente, Joe Biden, de una investigación independiente a lo ocurrido con miembros de los dos partidos que debe concluir en un plazo de 45 días.
La investigación la formarán, entre otros, Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional con Barack Obama (2009-2017); o Frances Townsend, exasesora de Seguridad Nacional de George W. Bush (2001-2009).