Nos preparamos para iniciar el disfrute del asueto de Semana Santa.
Mientras miles de feligreses se con entrarán en templos y parroquias y participarán de múltiples actividades cristianas, otros miles de ciudadanos estarán movilizándose por carreteras y autopistas hacia ciudades, playas, ríos y montañas en busca de esparcimiento.
Para uno y otro caso las autoridades han anunciado programas de prevención y atención de vital importancia para la seguridad y preservación de vidas y propiedades.
Esos programas establecen normas para el tránsito, para la comercialización y consumo de alcohol, como para el uso de balnearios y de otros espacios para los vacacionistas.
Como cada año y bajo la misma óptica del llamado a la autopreservación de los ciudadanos y sus familiares, apelamos a la conciencia social para el cumplimiento irrestricto de las normas preventivas dispuestas por las autoridades.
Hagamos de esta Semana Santa un asueto de reflexión cristiana y de disfrute vacacional, en el que impere la prudencia, el orden y la feliz convivencia.