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Santo Domingo

Seis meses de largometrajes dominicanos, circa 2025

Humberto Almonte

Analista de cine

La llegada de la mitad de año es propicia para pasar listado a los largometrajes dominicanos vistos en este período, es decir, aquellos que han pasado la rigurosa prueba de los formales  estrenos comerciales o fueron visionados en los festivales de cine locales, en un ejercicio autoimpuesto que ayuda a tener una panorámica parcial.

Desde Sugar Island, pasando por El Día de la Tormenta, La Bachata de Biónico o Madre: A dos centímetros… de ti, hasta Olivia & Las Nubes, hacemos una aproximación como primera mirada, que aún no siendo definitiva, se aplica a la producción cinematográfica local de largometrajes en el 2025.

Madre: A dos centímetros… de ti

Dirección: Desirée Díaz Silva.

La realizadora asoma su visión de la maternidad y de las víctimas del machismo a las pantallas dominicanas, convenciendo por la intensidad dramática que maneja su propuesta de principio a fin, y por la construcción de tres personajes femeninos tan definidos y fuertes  que son una especie de resumen histórico de la condición femenina en la sociedad dominicana y en cualquier sociedad latinoamericana, con las especificidades propias de cada país.

Madre: A dos centímetros…de ti, Opera Prima de Desirée Díaz Silva es la aproximación de esta joven realizadora a una condición femenina desde la perspectiva de tres generaciones, en un bien elaborado discurso dramático en donde asoman las dificultades del rol de la mujer en la sociedad del pasado, en el presente y se presiente la incertidumbre del futuro. La directora nos recuerda con esta película la importancia de la mirada y la sensibilidad de la mujer en los temas llevados a la pantalla de la cinematósfera dominicana.

El Día de la Tormenta

Dirección: Alexander Viola.

El acercamiento al realismo mágico o a lo real maravilloso, como lo llamaba el cubano Alejo Carpentier, es lo que permite hacer verosímil esta amalgama de hechos fantásticos y reales, esa realidad compleja del Caribe y del continente americano, donde no están muy definidas las fronteras de lo real y de lo que no parece serlo.

El Día de la Tormenta del realizador Alexander Viola es una historia de brujas, del bien contra el mal, de prejuicios, traumas o de ruralidades precarias asentadas en los contextos mágicos religiosos de El Ingeñito en San Juan de la Maguana, consiguiendo por medio de esos elementos una inmersión profunda en la identidad y la cultura dominicana, todo ello con una factura muy cuidada.

Leo Susana; Decirlo a mi Manera

Dirección: Joan Espino.

El año nos trajo este documental dirigido por Joan Espino, un recorrido por la carrera, las prácticas musicales y la visión existencial del músico dominicano Leo Susana.

Espino nos retrotrae a una época y un país mediante este jarabe para la memoria centrado en uno de los protagonistas del rock y el rock pesado en la República Dominicana. La obra  nos pone al día con la carrera de este protagonista inclasificable de la cultura musical dominicana.

Tabula Rasa

Dirección: Juanfer Andrés y Esteban Roel.

La coproducción hispano/ dominicana dirigida por Juanfer Andrés y Esteban Roel, nos sumerge en un ambiente de pesadilla psicológica camuflada en una normalidad que no es tal.

El entramado retorcido que ha armado un marido con apariencias modélicas y la hermana de su esposa,  no terminará de la manera como la habían planeado sus autores en una arquitectura dramática que funciona por momentos.

Tíguere

Dirección: José María Cabral.

La película de Cabral es una exploración de esa vertiente de la ideología machista llamada “hacerse hombre”, en este caso es “hacerse tíguere”, en busca de una aproximación más activa en la defensa personal, de los intereses propios y de la interacción social.

Es interesante notar que podemos observar que quienes propugnan por esta especie de “preparación” para la vida no son solo los padres, sino también las madres, permeadas por la ideología dominante, quienes desean imbuir en los jóvenes, cómo vemos en la trama, ese espíritu de hacerse “machos”, con todo lo que ello implica.

Olivia & Las Nubes

Dirección: Tomás Pichardo Espaillat.

La pantalla se llenó de colores y sonidos con Olivia & Las Nubes de Tomás Pichardo Espaillat, una fabula de amor, desamor y de realismo mágico dominicano en clave de animación.

Pichardo acude a un estilo de animación cargado de experimentación, de texturas, mezclando imágenes reales con animadas y de diálogos llenos de autenticidad por esa aproximación al lenguaje coloquial dominicano sin sentirse tentado a deslizarse por esa estilización inocua al hablar que oímos en muchas obras cinematográficas locales.

Sugar Island

Dirección: Johanne Gómez Terrero.

Desde la mirada y las circunstancias existenciales de Makenya (Yelidá Díaz), asistimos a un proceso de toma de conciencia de esta adolescente desde su embarazo no deseado, la situación de los obreros cañeros que la incluyen a ella, a su abuelo y a su madre, el acercamiento al fenómeno mágico /religioso de su cultura, marcando una transición hacia sí misma,  dentro del entorno familiar y social.

La película dirigida por Johanné Gómez Terrero  es una historia que disecciona la herencia socioeconómica del colonialismo en sus vertientes negadoras de derechos como los de la mujer, un sistema que despoja o intenta despojar de identidad legal a los residentes de este enclave, es decir a los cañeros, quienes acuden a la  protesta y a una identidad cultural que sigue resistiéndose, todo ello cubierto por una atmósfera mágico/ religiosa que define el tono de esta obra polisémica.

La Bachata de Biónico

Dirección: Yoel Morales.

El Biónico de Manuel Raposo y El Calvita de Napo son las dos caras de la moneda dramática, porque donde Raposo asume a Biónico con una organicidad de altos kilates que captura totalmente la atención del espectador por su expresividad, el Calvita de Napo es el balance integral entre la profunda claridad del filósofo barrial y la omnivisión distorsionada del drogadicto, en una intervención sin fisuras de ningún tipo con una sabiduría actoral extraída de la calle.

La Bachata de Biónico dirigida por Yoel Morales  es una comedia dramática y romántica, un “mockumentary” o falso documental, un ejercicio de puesta en profundidad o el cine dentro del cine, que se asienta en las realidades barriales, en la precisión de una ejecución técnica que establece canales de comunicación con las audiencias y que prefiere un cine imperfecto a una perfección sin sentido como creía Julio García Espinosa.

Artesanos: Ingenio de Manos

Dirección: Tito Rodríguez y Leo Silverio.

Los realizadores pasean su mirada por el mundo artesanal, posándose en los retos artísticos, técnicos y financieros que deben superar estos productores de arte popular cuya herencia genética viene desde las profundidades de la cultura dominicana.

¿Qué factores impiden un mayor desarrollo de la industria artesanal? El planteamiento muestra de manera bastante clara las falencias de estos creadores, pero también nos revela el insuficiente soporte de los organismos estatales para no solo apoyar sino para proveer un mayor apoyo financiero o de las estrategias de cara a una internacionalización que las ayude a sustentarse y a crecer.

Donde Floreció una Devoción

Dirección: Elsa Turull.

El documental sigue a Nathalie Peña-Comas en un  trayecto exploratorio sobre las raíces del culto  a la Virgen de La Altagracia y su impacto en la cultura e identidades de los dominicanos. En sus pesquisas la obra pasea su lente por los testimonios, visiones y análisis de los académicos, feligreses y personal de la estructura eclesial católica.

Se resalta la potencia emocional de las palabras de algunos creyentes, mostrando la fortaleza de su fe. Por el lado técnico están las imágenes animadas sobre la leyenda histórica de la aparición  del cuadro sobre la virgen que es de lo mejor de esta obra.

Sanky Panky 4: De Safari

Dirección: Elías Acosta.

La 4ta entrega de la saga sigue a Sanky Panky Carlitos, Chelo y Genaro quienes trabajan en una finca cacaotera. Cuando Carlitos gana un viaje a África invita a sus amigos donde se sucederán unas alocadas aventuras.

Dadas las altas expectativas de las audiencias populares  sobre estos personajes, es justo decir que la película no cumple con ellas, y por el lado de los analistas tampoco, en una coincidencia que se da en muy pocas ocasiones en nuestra cinematósfera.

De Sicilia a Santo Domingo

Dirección: Pablo Lozano.

Esta producción explora la historia detrás del rodaje de la icónica película “El Padrino II” en República Dominicana, a propósito de su 50 aniversario. A través de una variedad de recursos, el documental rescata la trascendencia de esta filmación en el país y su impacto en la industria audiovisual local.

El valor fundamental de este trabajo es retrotraernos a la época y alimentar los análisis sobre situación política en ese momento en la República Dominicana cuando se rodaba, de la situación política de la época del país donde se situaba la acción que era Cuba, y por el otro, es un ejercicio de cinefilia en toda su extensión.

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