Elisa Morales Lupayante
Te mostramos los cambios que debes hacer en tu dieta para alcalinizar el cuerpo. De esta forma, podrás disfrutar de algunas novedades beneficiosas para la salud. La clave de estas pautas consiste en regular el pH del organismo, de manera que esté levemente inclinado hacia la alcalinidad.
De esta forma, cambiaremos ciertos hábitos y seguiremos ciertos consejos para que el pH no sea ácido ni neutro. Con estas pautas podrás aumentar esos niveles de alcalinidad y no tendrás que realizar largas esperas ni tampoco estar ansioso al no ver los resultados.
No obstante, ten en cuenta que la mayor parte de las evidencias científicas actuales ponen en duda que realmente sea posible incidir en el equilibrio ácido base del organismo. Los expertos proponen que dicho efecto solo se notará en la orina.
1. Comienza por un buen desayuno
El primer consejo para alcalinizar el cuerpo se basa en comenzar el día con un abundante desayuno. En el mundo occidental, el desayuno está contemplado como la comida más ácida de todo el día, aunque también depende del país en el que te encuentres.
Si de verdad quieres implementar una dieta alcalina debes empezar por modificar tu desayuno.
Algunas naciones aprovechan este momento para comer más que en el resto de comidas, mientras que otros se moderan un poco más, como ocurre habitualmente en España.
En los países que, por tradición, no contemplan el desayuno como la comida más importante del día, los alimentos son el pan, cereales, café, mermeladas, mantequillas, zumo de naranja, pasteles, galletas y bizcochos. En el caso de que sí le den mayor relevancia a esta comida, se añaden la panceta, el tocino, los huevos fritos y las tortillas.
La mayoría de estos alimentos son ácidos, es más, son precisamente los que impiden que podamos mejorar el sistema hacia un estado más alcalino. Si quieres revertir esta situación y comenzar a sentir los beneficios de un cuerpo alcalino, lo primero que hay que hacer es comenzar bien el día.
De esta manera, antes de que entres en la cocina, lo primero será tomar un vaso de agua, o bien agua alcalina, agua con limón o una infusión de hierbas. Así, las células se rehidratarán y se repondrán después de haber pasado largas horas de sueño e inmovilidad, y contribuir con un aumento de la alcalinidad del organismo.
Hay que tener en cuenta que la ingesta de líquido antes del desayuno también se asocia con una mayor sensación de saciedad, tal y como afirma un estudio publicado en Clinical Nutrition Research.
2. Una respiración adecuada
Muchos ignoran las ventajas que este punto proporciona, pero no podemos dejar de lado un factor tan importante como es la respiración.
Como lo señala una publicación de la revista Frontiers in Human Neuroscience , una adecuada respiración acarrea efectos positivos sobre el sistema nervioso autónomo y central y el estado psicológico.
Asimismo, impacta de forma positiva la salud cardíaca, la circulación y el sistema linfático. Para ello, podemos realizar con frecuencia el siguiente ejercicio:
- Inspira durante 1 segundo.
- Mantén la respiración durante 4 segundos.
- Exhala durante 2 segundos.
Puedes aumentar los tiempos siguiendo la proporción. Es decir, si vas a inspirar durante 4 segundos, tendrás que contenerla hasta llegar a los 16. De todas formas, procura no emplear intervalos muy grandes al principio, sobre todo, porque no estarás acostumbrado.
3. La importancia de una correcta hidratación
Una hidratación adecuada es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo. Una pequeña caída del nivel de los fluidos corporales puede dar lugar a grandes pérdidas de energía.
El agua limpia las toxinas ácidas y provoca que el metabolismo se acelere. Además, la sensación de sed se confunde con el hambre, por lo que muchas veces comemos de más. Esto genera un aumento de peso poco recomendado para nuestra tarea por eliminar ácidos y conseguir un pH alcalino.
4. Apostar por las grasas saludables
Otra forma de ayudar a alcalinizar el cuerpo es consumir una mayor cantidad de ácidos grasos esenciales, como el Omega 3. Estos son muy importantes para las reacciones químicas del organismo.
Además, ayudan a reforzar nuestro sistema inmunitario, ayudan a mejorar la digestión y previenen el envejecimiento. Asimismo, son capaces de generar un efecto antiinflamatorio, según un estudio publicado en International Immunology.
5. Darse un buen masaje para alcalinizar el cuerpo
Además de confort y relajación, un buen masaje permite que el cuerpo se recupere, que tome fuerzas y libere las cargas que con el paso de los días se van acumulando.

Por otro lado, permite que el cuerpo se ponga en acción. Es decir, que encienda los mecanismos necesarios para permitir que se eliminen los ácidos almacenados en los músculos.