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FILADELFIA — Temprano en su proceso de adaptación a las Grandes Ligas, Roki Sasaki enfrentó una dura prueba el sábado contra los Filis en el Citizens Bank Park.
Fue apenas su tercera apertura en las Mayores, y las dos anteriores no habían salido del todo bien. En su debut en Tokio, lanzó tres entradas aceptables de una carrera, pero evidenció dificultades en su segunda salida, cuando permitió dos carreras en apenas 1.2 entradas erráticas en el Dodger Stadium.
El comando fue un problema constante: Sasaki otorgó nueve bases por bolas en esas dos aperturas y tuvo problemas para hacer que los bateadores rivales ofrecieran al swing con su letal splitter. Pero esta vez se mostró mucho más afinado en lo que fue su reto más difícil hasta ahora, limitando a los Filis a una carrera con tres hits y dos boletos en poco más de cuatro entradas. Ponchó a cuatro y salió del juego en el quinto episodio entre abucheos del que fue su primer público verdaderamente hostil como ligamayorista.
El cuadrangular de dos carreras del boricua Kike Hernández en la segunda entrada y el jonrón solitario de Michael Conforto en la sexta respaldaron la sólida labor de Sasaki, mientras los Dodgers regresaban a la columna de victorias con marcador de 3-1, haciendo decisivo el partido final de serie el domingo en Filadelfia.
Luego de permitir sencillos consecutivos para abrir la parte baja del primer inning —uno de ellos anotó tras un rodado—, Sasaki retiró a 12 de los siguientes 13 bateadores, permitiendo apenas una base por bolas a Bryce Harper al inicio del cuarto episodio.
