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Santo Domingo

Río Masacre e incertidumbre

María Hernández

La población que reside en la República Dominicana, tanto la nativa, como de diferentes nacionalidades que cohabitan en nuestro territorio se mantiene a la expectativa ante el conflicto que se ha suscitado entre nuestra Patria y Haití por el canal que reinició con fuerza la vecina nación hace unos días y que desvía las aguas del río Masacre que nace en este lado de la isla.

Lo que llama la atención es que también desde hace unos días llegó a esa nación la avanzada de la delegación que enviaron  desde Kenia a intentar pacificar esa nación y de inmediato surge el conflicto por el agua que ha hecho que el pueblo haitiano se olvide de sus grandes problemas como la violencia social que generan las bandas, el hambre y vea a nuestro país como culpable de todos sus males, cuando ha sido RD que se ha volcado en ayuda permanente hacia ese país en momentos en que han sido afectados por fenómenos naturales o sociales.

Diversas personalidades del área política, religiosa, medioambiental y otras, han dejado escuchar su voz para sugerir alternativas de soluciones a las autoridades que al parecer no se dejan asesorar y han dado origen a un conflicto que no parece tener solución por el momento.

Organizaciones políticas han arrojado luz sobre el problema y, por ejemplo, el Partido de la Liberación Dominicana confirmó esta semana que durante su gestión se le negó el permiso que solicitaban las autoridades haitianas para represar el río, pero que en el 2021 las autoridades del momento cedieron y permitieron la acción que hoy tratan de detener por la fuerza, ante el fracaso del diálogo de este jueves.

Las litis por agua entre naciones vecinas se tienen que dirimir fuera del territorio de las partes involucradas, específicamente en la Corte Internacional de Justicia que  es  donde se debaten los litigios internacionales y de medio ambiente, órgano judicial principal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene su sede en La Haya (Países Bajos), de acuerdo a una amplia investigación de la Universidad de México, UNAM que se encuentra en el portal corteidh.or.cr.

Mientras, medios del vecino país como lenouvelliste.com han publicado los resultados de la reunión que se realizó en horas de la mañana del jueves entre una delegación haitiana y la dominicana encabezada por el presidente de la República y  la que ese medio de comunicación dio a conocer en horas de la tarde- noche y donde describe lo siguiente: “El gobierno haitiano, a través de un comunicado de prensa, informa que ha “tomado nota” del anuncio del presidente dominicano, Luis Abinader, de cerrar la frontera “unilateralmente” mientras miembros de la delegación haitiana discutían con sus homólogos dominicanos”, destaca el medio.

Según  esa información quienes se retiraron del diálogo fueron las autoridades dominicanas, a pesar de que de este lado no se ha dado una explicación, con detalles, de lo tratado y habrá que esperar a que el presidente regrese de nuevo a la República Dominicana de su viaje a Cuba ,este viernes, y el domingo a Estados Unidos, para preguntarle.

Este jueves el presidente dominicano ordenó, el cierre a partir de las 06.00 hora local del viernes, de todas las fronteras con Haití por la construcción del canal de riego que se realiza del lado haitiano y que traspasará las aguas del río Masacre que discurre por ambos países, específicamente en la zona de Dajabón por el noroeste.

Esta medida, afirmó el gobierno, se va a prolongar el tiempo que sea necesario y hasta que la provocación sea eliminada, aseguran. De este lado de la frontera se mantiene la vigilancia a la obra que se realiza en el río Masacre con soldados, maquinarias y equipos militares.

Para hacer un poco de historia vamos a recordar a partir de qué momento se sientan a dialogar las autoridades dominicanas y haitianas sobre sus problemas fronterizos y en especial lo relativo al recurso agua.

Fue el 20 de febrero de 1929  cuando se firmó entre la República Dominicana y Haití el denominado “Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje” el cual prohíbe tanto a Haití como a nuestro país realizar obras que desvíen el curso de alguno de los ríos que corren entre ambas naciones, como lo está haciendo ese país, como lo destaca en un escrito el periódico Diario Libre.

Cabeza fría es lo que deben tener las autoridades del gobierno para que nuestro país no entre en un conflicto cívico militar con la fronteriza nación. Además dejarse asesorar por los expertos, sin importar a qué organización de la sociedad pertenezcan. Los hay muy buenos y el Ministerio de Defensa sabe dónde se encuentran.

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