Las medidas migratorias aplicadas por República Dominicana contra haitianos indocumentados han elevado a su máxima tensión las relaciones entre ambos países.
Luego de que la ONU y el propio gobierno provisional de Haití se quejaran por alegadas violaciones de derechos humanos, República Dominicana, a través de su Cancillería, les respondió que no cede un ápice en la defensa de su soberanía.
El asunto es que las deportaciones ahora se enfocan en las parturientas haitianas. Si como dijo Waldo Ariel Suero, el Colegio Médico Dominicano no fue consultado, ahí hubo un fallo.
El país está en todo su derecho en aplicar controles migratorios. Pero parturientas, recién nacidos y hasta ancianos merecen otro trato.
En los foros internacionales, Haití-RD vuelve a ser la comidilla.
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